Iván Romeo da el salto a la élite mundial con Movistar Team

A sus apenas 19 años, el joven rodador se ha convertido en una de las más firmes apuestas del conjunto telefónico de cara al futuro; no en vano, da el salto a la estructura dirigida por Eusebio Unzué en su segundo año como sub-23, después del buen hacer que mostró en su primer curso como profesional. Si previamente arrasó en el circuito júnior, en el que se convirtió campeón de España en línea y contrarreloj en 2021, este 2022 ha sido un año provechoso y de aprendizaje, en el que, aun sin haber alzado los brazos, ha mostrado un buen hacer.

No en vano, Romeo –cuyo mentor, Juan Carlos Domínguez, director del NorInver, ya militó en la estructura de Abarca– participó, a su corta edad, en citas importantes como el Giro Baby, en el que ejerció de gregario del campeón, Leo Hayter (que correrá en INEOS), o como en el Tour del Porvenir, que finalizó a pesar de correrlo enfermo, así como en carreras como los Campeonatos de España absolutos, en los que brilló con un noveno puesto en la crono y con una larga fuga en la prueba en línea. Corriendo con ciclistas mayores consiguió acabar octavo en el Europeo sub-23 o hacerse con el maillot de mejor joven en el Tour de Rodas griego.

En la nota que oficializa su llegada a la escuadra navarra, que salvó con holgura el descenso de categoría en un final de temporada magnífico y seguirá siendo World Tour, al vallisoletano se le define como «un corredor muy completo, pero, ante todo, un excelente rodador», condición que atestiguan sus 193 centímetros y sus resultados, pero también su capacidad de sacrificio, que le hace parecerse a corredores como el recientemente retirado Tom Dumoulin. «No me comparo con él, pero sí me gustaría llegar algún día lo que ha hecho él», decía al respecto del neerlandés Iván Romeo en una entrevista en El Norte de Castilla el verano de 2021, después de alzarse con el doble Campeonato de España.

Entonces, el excampeón olímpico Samuel Sánchez, su director en las filas de la MMR Academy, en las que consiguió ganar la Vuelta a Valladolid, entre otras muchas cosas (y donde corre en la actualidad su hermano pequeño Sergio) lo definía «como una roca». Una con un carácter jovial, pero autoexigente, como él mismo explica en sus primeras declaraciones, en los canales oficiales de Movistar Team: «Soy muy exigente conmigo mismo y quiero mejorar día a día, dar la mejor versión de mí y aportar al equipo desde el primer momento en todo lo que se me pida».

Con todo, la confirmación de su fichaje significa «cumplir un sueño» de los que ha tenido «desde niño». «He crecido viendo a este equipo y formar parte de él es increíble. Hasta que no me vea con los colores creo que no me lo voy a creer todavía», dice, ansioso y con ganas de empezar la preparación este mismo invierno para la que será su primera temporada en la élite, con la que devolverá al ciclismo vallisoletano a lo más alto.