La aventura (casi perfecta) de Fran Muñoz en el Giro de Italia

La Corsa no ve levantar los brazos de un corredor nacional desde que Pello Bilbao lo hiciese por partida doble en 2019... Desde entonces ya ha ha llovido. Incluso, el Movistar Team y su exitosa docuserie 'El Día Menos Pensado' estuvieron a punto de filmar el exitoso paso de Pello por la carrera italiana, con Mikel Landa luchando por la General y quedándose con la miel en los labios en varias etapas. Entonces, el triunfo en la General fue para un sorprendente Richard Carapaz, en la penúltima gran incursión española en el Giro.

La última la protagonizó uno de los ciclistas que está inmerso en la carrera en la actualidad, el andaluz Juanpe López, que llegó a vestir la maglia de líder en 2022 durante diez jornadas, y que este año se presenta como el mejor español, como acredita que tras cuatro etapas sea séptimo, a poco más de un minuto de Tadej Pogaçar. Precisamente, fue el equipo del lebrijano, el Lidl-Trek, el que dejó con la miel en los labios a Fran, a quien el Polti Kometa de Alberto Contador incluyó para la Corsa a falta de poco más de una semana para la salida de la carrera en Lombardía.

Pese a la edad y el hecho de competir por primera vez en el Giro, el español aseguró en las horas previas al inicio de la prueba que no estaba «asustado» y que su equipo daría «guerra» y pelearía «por etapas». Dicho y hecho, y en primera persona, en una de las primeras ocasiones que ha habido para la escapada, con Pogacar en plan canibal en las tres primeras jornadas.

Sobre el papel, la jornada era de transición. Una buena fuga podría triunfar, y ahí se coló el español, junto a Pipo Ganna, quien enseguida tuvo que descolgarse para evitar que el resto de equipos reaccionasen atrás, sin ganas de que el 'gigante' italiano pudiese colarse en una hipotética lucha por la General y con una contrarreloj este viernes de 40 kilómetros diseñada casi para el especialista del lNEOS.

Junto a Fran Muñoz, Stefan de Bod (EF Education-EasyPost) y Lilian Calmejane (Intermarché-Wanty), aunque el francés, una vez conseguidos los puntos para la maglia de la montaña, también abandonó a sus compañeros de fuga, después de haber llegado a tener más de cinco minutos con un pelotón que con el Soudal en cabeza apenas inquietó a los escapados.

Tuvo que ser el Lidl-Trek, pensando en Jonathan Milan, el que colocase el tren delantero, para tranquilidad del resto de equipos de los sprinters, y frustrar la aventura de Muñoz y de Bod a falta de poco más de cinco kilómetros para meta.

Ahí se acabó el sueño de ver una victoria española en uno de los Giros con menos representación nacional, pero con Fran Muñoz llamando a la puerta de su equipo, y elevando su nombre en la nueva hornada de corredores españoles que abandera el pelototón internacional.

Una vez neutralizada la fuga, el Lidl-Trek cogió aire. Lo justo para que se encontrase con otro contratiempo cuando ya preparaba la locomotora para el sprint de Milan. Se esperaba una nueva batalla por ver a Merlier –ganador el lunes–, el propio Milan y Olav Kooij por lograr el triunfo en Andora tras los 190 kilómetros de etapa, pero apareció Ganna –otra vez– con ganas de exhibir su buen estado de forma para echar un pulso a los velocistas en un final llano, en un jornada con tintes de Milán-San Remo.

Fue neutralizado, y su compatriota Milan, tras el segundo puesto del lunes, se hizo con su primera victoria para gloria 'azzurra' y de un Lidl-Trek que dejó a España con la miel en los labios.