El Viveros Herol, fuera de la Copa de Castilla y León

El encuentro comenzó con ritmo por parte de ambos conjuntos. Los locales, tras vencer en su primera prueba de la pretemporada frente al Villa de Aranda, buscaban dar una buena impresión a una afición a la que necesitarán durante la temporada para volver a hacer de su pabellón un feudo inexpugnable. Los blanquirrojos, sin un Oleg Kisselev lesionado el sábado en Campaspero (según las primeras previsiones estará de baja hasta finales de año), tomaron la iniciativa en el electrónico gracias a una férrea defensa y al buen hacer de Yeray Lamariano bajo palos.

Las sensaciones del Nava durante el primer cuarto de hora fueron más que notables, poniendo contra las cuerdas a todo un equipo de Asobal como el Zamora. Hasta cuatro goles de ventaja lograron los blanquirrojos en el marcador durante el primer periodo, llegando al final de los primeros treinta minutos con ventaja para los naveros (13-10).

Pero en la segunda parte llegó la reacción zamorana y un pequeño bajón en el juego de los de Nava de la Asunción, todavía faltos de la experiencia y el conocimiento del sistema de juego que quiere implementar Dani Gordo en sus filas. Poco a poco el Zamora logró reducir las diferencias en el electrónico, hasta que consiguió igualar la contienda a falta de un cuarto de hora para la final de la contienda (19-19 min. 15).

A partir de entonces, el choque ganó todavía más en intensidad, como si dos importantes puntos estuvieran en juego. La dureza de las defensas se reflejó en un aumento del número de las exclusiones, terreno en el que se desenvolvió mejor el equipo visitante. Tomaron la iniciativa en el electrónico para no soltarla más hasta el final del choque, a pesar de los intentos de un Balonmano Nava que estuvo liderado por Carlos Villagrán (máximo goleador con cinco tantos) y que a pesar de la derrota dejó buenas sensaciones entre sus aficionados. La próxima prueba, la tercera del verano, el sábado en Pontevedra frente al Balonmano Cisne.