Balonmano

Victoria de ansiedad del Caja Rural Aula

Pero da igual el nombre, el dorsal... Incluso, la portera que se ponga delante, porque en el caso del equipo gijonés -más pendiente de la fase de descenso que del partido de este sábado-, las dos porteras terminaron con la friolera de diez y nueve paradas. En cada periodo destacó una, y, pese a su destreza, en muchos de los lanzamientos fueron agigantadas por los lanzamientos de las vallisoletanas.

No empezó bien el Aula, en ese estado de letargo entre físico y mental que no acierta a definir su técnico, Miguel Ángel Peñas. Quince minutos de pérdidas, zozobra y lanzamientos erráticos que convirtieron a la guardameta visitante en la figura del partido -por lo menos en ese primero cuarto de hora, con ya seis paradas-.

Fue la tónica, con un juego errático, fallón y que provocó que el Aula estuviese casi seis minutos sin marcar un solo gol... 0-2 fue el primer parcial, y también las gijonesas pudieron marcharse en el electrónico. Pero fallaron y fallaron... Si enfrente hubiese estado un equipo de más enjundia, el descosido podía haber sido de aúpa (pero eso es balonmano ficción).

Quizá la endeblez del penúltimo clasificado también pudo lastrar a las blanquiazules, que en cuanto apretaban el acelerador empataban o se marchaban en el electrónico, lideradas en esta ocasión por Jimena Laguna, máxima realizadora del choque con ocho tantos.

La máxima diferencia llegó al borde del descanso. Ahí sí, el equipo local pareció que abriría brecha con las asturianas y se iría al vestuario con el encuentro encarrilado (14-10, min. 29). Pero no. La estocada se quedó en amago, y de nuevo las visitantes encontraron el camino hacia la portería de Carmen. 14-12, tras dos goles a la velocidad del rayo, que contrastaba con el juego lento -hasta la extenuación- de las visitantes. Si las colegiadas -también en línea con el partido- hubiesen pitado todos los pasivos del encuentro...

Tras la reanudación, parecía que el Aula se entonaba, eso sí, sin marcharse nunca de más de tres goles. Siempre tensas. Siempre ajustadas en el marcador. 17-14, de nuevo con gol de Jimena, tras cambiar hasta en tres ocasiones de lanzadora de penaltis.

No se rindieron las asturianas, que tuvieron bola para empatar en el minuto 44, para ponerse 19-19, pero se salvaron las vallisoletanas, con Miguel Ángel Peñas ya con la tarjeta verde en la mano para pedir tiempo muerto.

Quedaba cuarto de hora, y de ahí se pasó al 21-18, tras un robo de María O'Mullony de garra que calentó un polideportivo también demasiado frío y aletargado. Ahora sí, parecía que se acabaría el partido. 22-18, con gol de Amaya, bien desde el extremo, pero de nuevo el BM Gijón La Calzada recortaba distancias, por enésima vez. Correosas las asturianas que ahondaban en la cabeza de las locales. 23-23, minuto 51, y bola para las visitantes, que encomendadas a Valdivia, le daban la vuelta al partido ante la incredulidad del medio millar de espectadores (23-24).

«¡Aula, Aula!» gritaba la grada, a sabiendas de lo delicado del momento. Del cortocircuito. Animaba Marcela, desde el centro de la defensa. La brasileña -renovada esta semana, en una de las claves de lo que le puede estar sucediendo al equipo-, trató de sujetar a sus compañeras, que tras el tiempo muerto de Peñas, reaccionaron con gol de Elba y una preciosa vaselina de Inoa. Marcaba Irene. 26-24, y todo parecía de nuevo ya encarrilado. Pero no. Otra vez no. Valdavia empataba a 26, y con un minuto no se daba crédito.

Gol de Elba, con pasillo a la portería de Raquel Álvarez, destacadísima en la meta gijonesa, y bola para empatar de las asturianas con seis segundos de tiempo... No lo hubo. Y trankimazin en forma de puntos para visitar San Sebastián la próxima semana.