Seis caras nuevas y la ilusión del 'nuevo' Recoletas Valladolid

En el Recoletas Atlético Valladolid no existe preocupación con posibles jugadores que lleguen «con algún que otro kilo de más», bromeaban en el cuerpo técnico en el primer entrenamiento del equipo en el Polideportivo Huerta del Rey. Están tranquilos y no es para menos, con el pabellón convertido en sauna gigante, con efecto invernadero, y a temperatura por encima de los 35 grados. «La operación bikini» está asegurada, se reía José Toledo, que incidía que «los grandes», como él, tienen que cuidarse en vacaciones para no llegar pesados. «Aquí todo el mundo ha venido a tono», añadía como representante de una plantilla con cambios significativos con respecto a la pasada campaña. «Así es», admitía el entrenador de los vallisoletanos, David Pisonero, que valoraba la importancia de la pretemporada en un equipo en el que los aspectos tácticos son «fundamentales». También destacaba esta faceta el propio Toledo. «No es fácil jugar en Valladolid, porque el aspecto táctico es muy importante, y eso hay que cogerlo», subrayó el jugador brasileño.

Serán los nuevos los que tendrán que asimilar los automatismos de los azules, con días todavía hasta ese primer choque ante el Sporting de Portugal, el 8 de agosto, primer choque de la pretemporada. Será el momento de ver cómo se van acoplando jugadores, como el guardameta Gerard Forns –muy cercano a Pisonero en el primer entrenamiento de la pretemporada–; o del luso Gustavo Oliveira; o de Gedo, el exótico pivote egipcio. Junto a ellos, el también portugués Lucas Ribeiro, que apuntala el pivote, sobre todo en la faceta defensiva; y Martin Karapalevski, el joven central macedonio.

No estará en estas primeras semanas el otro guardameta del equipo, el argentino Juan Bar, ya concentrado con Argentina para los Juegos Olímpicos, y que es la gran ausencia en la vuelta al trabajo del Recoletas. Su lugar lo ocupar el portero del filial, el internacional Nico Giráldez, de 17 años, y que ha llegado a Huerta del Rey en esa apuesta de la entidad por promover el futuro del primer equipo, con una importante inversión en el filial. Un realidad que defendió Pisonero en el primer entrenamiento, y que certificó que el cuerpo técnico de la alternativa para esta pretemporada al también portero Kike Llorente; Fran de Fuentes y Mario Rojo, todos ellos canteranos.

La «ilusión» del nuevo proyecto, traducida en un crecimiento en presupuesto, fichajes y apuesta por invertir en el filial, vino acompañada en la vuelta al trabajo por ver a jugadores como el capitán César Pérez y Nico D'Antino ejercitarse en la pista.

Los dos jugadores, en pleno proceso de recuperación tras ser intervenidos en la rodilla, realizaron ejercicios físicos al margen del grupo, y se les espera para finales de octubre en el caso del italiano, un plazo que podría ampliarse en el caso del portero vallisoletano.

También se ejercitó por separado el internacional júnior Alejandro Pisonero, mientras que el campeón europeo, Pablo Herrero, recién llegado del Europeo Júnior con los Hispanos, gozará de una semana de descanso.

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