El Recoletas se reencuentra en la Copa del Rey

Soberbia victoria del Recoletas Atlético Valladolid, que a base de garra y coraje logró superar a nada menos que el tercer clasificado de la Liga Asobal. Fue un encuentro duro e intenso, en el que los locales supieron agarrarse a cada balón para conseguir un triunfo balsámico, el primero en competición en 2023 y que le clasifica para la fase final de la Copa del Rey que de disputará en Santander, que ahora debe hacer extensivo a la competición liguera, empezando el domingo 25 frente al Torrelavega. Gran actuación coral, con un César Pérez a gran nivel en portería. Pese a perder a Darko Dimitrievski por una cartulina roja en el minuto 10, el equipo se rehízo y aguantó los empellones de un Rebi BM Cuenca que cuenta con calidad a paladas.

En la convocatoria del Recoletas llamaba la atención la presencia de un jugador del filia, el central Lucas Bolea para completar una lista con 15 jugadores. Faltaban Miguel Martínez, Manu García, Nicolo D'Antino y Alejandro Pisonero. Las lesiones que no cesan y que han marcado desgraciadamente el mal inicio de la segunda vuelta. Tampoco estaba Dimtrioski.

El Recoletas comenzó apretando en defensa. Suyas fueron las primeras y mínimas diferencias. Dimitrievski estaba con el brazo caliente. Los locales llegaron a mandar 6-3 sin haber cumplido los diez primeros minutos del choque. Pero Dimitrievski vio la cartulina roja tras llegar tarde a un acción sobre Prantner. Fue un golpe en toda la línea de flotación a la que tocaba sobreponerse.

Y lo hizo. 8-4 al ecuador de la primera parte. Llegaron las exclusiones en el bando conquense y el partido se volvió un poco loco, lo que favorecía claramente a los hombres de Pisonero.

En el tramo final de la primera parte, Cuenca asentó defensa y recortó distancias hasta un comprimido 12-11. Pero un parcial de 2-0 a base de casta, engordó el casillero local de nuevo. Con 16-13 se llegó al final de los primeros treinta minutos. Buena versión de los gladiadores azules.

En la reaudación, la cosa siguió por los mismos derroteros hasta que Teixeira cogió el mismo camino que Dimitrievski por otro golpe, esta vez en el rostro de Toledo. La protesta de Lidio Jiménez le costó jugar dos minutos con dos menos. Cuenca se enrabietó dirigido por un siempre sensacional Simonet y la renta menguó hasta un solo gol (19-18). Huerta reaccionó y empujaba a los suyos. Cuenca parecía tener más gasolina. César Pérez mantenía a los suyos con buenas intervenciones. Pero pesaban los errores de lanzamiento. Grbavac también comenzaba a aparecer en portería. Y Cuenca igualó a 21 (min. 48).

Pero el Recoletas volvió a rehacerse con otro parcial de 2-0. Tenía más vidas que un gato. Pero los de Lidio Jiménez seguían ahí, a tiro de piedra. La dureza y la intensidad eran máximas. Borja Méndez puso a los suyos dos arriba a poco más de dos minutos para el final del choque. Simonet le dio la réplica. El Recoletas andaba sobre un alambre. Tekaya paró su tercer siete metros. Poco más de un minuto y bola para Cuenca. Cuenca necesitaba anotar para ir a la prórroga. Cuarenta segundos y Nazaré hace pasos a 18 segundos para el final. La Copa estaba en la mano. Ir por segunda vez a una fase final y Freitas se la jugó para poner el 27-25 con el que concluía el choque. Huerta del Rey lo celebraba a la grande. Menudos miércoles y jueves ha vivido ese 40x20.

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