El Recoletas gana un punto en un partido eléctrico en el que pudo perder los dos

El resultado final no se puede considerar injusto, ya que ambos conjuntos se repartieron la iniciativa a lo largo de un encuentro que no decepcionó y en el que el Balonmano Cuenca y el Atlético Valladolid, cada uno en su estilo y con sus armas, lo dieron todo por sumar los puntos.

El duelo arrancó con un frenesí goleador por parte de los dos equipos, aunque el primer conjunto que tomó algo de aire en el marcador fue el de Pisonero, gracias a las paradas de Bar y al acierto ofensivo de Álvaro Martínez, infalible en los primeros diez minutos. El equipo pucelano llegó a disfrutar de dos goles de renta (5-7, min. 8), aunque el conjunto local, con un Barceló muy inspirado, no tardó demasiado en atrapar de nuevo al Recoletas en el marcador (8-8, min. 11).

Las acciones individuales de Pinosero y varias acciones de mérito de Bar despegaron de nuevo al equipo pucelano en el marcador, aunque el REBI Cuenca supo hacer la goma para, ayudado por la dureza de su defensa, tomar el mando del partido en los últimos minutos del primer acto y alcanzar el descanso con ventaja (17-16).

En la segunda parte la igualdad entre ambos equipos fue máxima. Golpeó de nuevo primero el conjunto conquense, pero el Atlético Valladolid respondió con un parcial que le permitió reconquistar la iniciativa en el tanteador (20-22).

Pero una vez más el Balonmano Cuenca tiró del talento del joven Barceló y de Hackbarth para cerrar la brecha y volver a tomar el mando del marcador en el ecuador del segundo tiempo (24-23).

El conjunto de David Pisonero fue perdiendo fluidez en la circulación de la pelota y en ataque, pero por fortuna su colapso ofensivo no fue penalizado por el equipo local gracias a las paradas de Bar.

El REBI llegó a disfrutar de tres goles de renta a seis minutos del final (29-26). El técnico del Recoletas Atlético Valladolid paró el partido con un tiempo muerto del que su equipo regresó pletórico. El conjunto pucelano, sujetado en la portería por Forns, logró neutralizar la desventaja en un visto y no visto para llegar por delante en el marcador gracias a un gran gol tras penetración de Pisonero (29-30).

Lidio Jiménez, entrenador del conjunto local, también pidió un tiempo muerto para buscar una jugada que, por lo menos, le asegurara el empate. Barceló, en estado de gracia, acertó y dejó apenas 30 segundos al equipo pucelano para buscar la victoria.

El Atlético Valladolid repitió sistema y protagonista para su último ataque, pero en esta ocasión la penetración de Pisonero fue bloqueada por la defensa. El balón llegó a Sergio López, cuyo lanzamiento a la desesperada, y con el crono casi a cero, fue despejado por Bar para salvar un punto en un partido tan equilibrado como frenético.