El Recoletas emerge del barro para sumar su segunda victoria

Forns –hasta anoche testimonial en el Recoletas Valladolid– detuvo un lanzamiento de siete metros a Nacho Valles (min. 53), el que hubiese sido su décimo gol del partido; y acto seguido, en el siguiente ataque de los alicantinos, se lanzó, cual portero de fútbol, con la mano derecha a ras de pista, para sacar un lanzamiento imposible. Y fue ahí donde el equipo local se dio cuenta de quela victoria no se escaparía. No ocurriría lo de debut ante el Cangas (donde el equipo desperdició una renta de cuatro goles para terminar empatando. No. Ni mucho menos. «Los detalles». Parafraseando a Carballeira, que sí, en los momentos decisivos fueron de color azul. Lo mismo que José de Toledo completase su mejor partido desde que está en Valladolid. No solo por sus cinco goles, sino por la forma de hacerlos y con la capacidad de levantar al público de Huerta del Rey. De nuevo el polideportivo fue 'Huerta', y cuando esto ocurre, el Recoletas exhibe su poder de piernas, su velocidad, con Miguel Camino haciendo daño desde el extremo. Esa fue la apoteosis del 22-20, del 23-20, del 24-20 y del 25-20. El momento de las paradas de Forns, y de la aparición de Álvaro Martínez.

Pero la primera parte fue otra historia, y eso que el equipo de Pisonero arrancó con un parcial de 3-0, pero el Benidorm apuntaló su defensa –casi por encima de la falta en muchas acciones–, y secó la productividad ofensiva de los locales. Salió Pisonero por un testimonial Karapalevski, y fluyó un poco el ataque,pero aún así del 3-0 se pasó a 4-6, con casi seis minutos sin goles para los vallisoletanos.

Para colmo de males, Nacho Valles hacía lo que quería con el balón, y en apenas diez minutos se puso con seis goles (antes del minuto 20). Que al descanso se llegase con un paupérrimo 10-11, denotaba el muro que habían puesto los visitantes, en un partido que parecía se iba a ir a pocos goles.

Sin embargo, tras el descanso, el Recoletas le dio la vuelta al marcador por la vía rápida, y eso que Ribeiro vio su segunda exclusión cuando no se había disputado ni el minuto uno. El Benidorm no supo aprovechar sus superioridades en la segunda mitad, y tras el estallido de Forns, los goles de De Toledo, y pese a la roja de Álvaro Martínez (min. 56), los locales cerraron la segunda victoria (27-24), en una demostración de que esta temporada cada gol y cada parada serán decisivas.