El Recoletas lo deja para el segundo tiempo

Sinfín optaba por ataques más largos desde el inicio, mientras que el Recoletas apostaba por la velocidad que le aportaba Afonso Lima al juego. Los cántabros fueron incrementado su diferencia gracias sobre todo a su primera línea. El Recoletas perdió entonces a Rosell dos minutos por exclusión. Sinfín se colocó 4-7.

El equipo local llegó a igualar ocho tantos. Álvaro Martínez hacía daño en los seis metros. Parecía que el cuadro vallisoletano comenzaba a a carburar. Con la entrada de la segunda unidad, las fuerzas seguían igualadas. Pero la primera línea santanderina estaba muy acertada, especialmente Perbelini. Los visitantes volvieron a coger una renta de tres goles (11-14, min. 20), lo que provocó el tiempo muerto de David Pisonero. La defensa y la portería del Recoletas no estaban dando un buen rendimiento. Perbelini seguía infalible con sus lanzamientos a larga distancia.

Nueva igualada a 15 goles. El Recoletas hacia la goma. Y el Sinfín se volvía a ir de tres tantos (15-18). Era como alcanzar al pelotón para que el rival se volviese a a ir en el marcador. Irregular y fallón ante un equipo cántabro mucho más sólido y eficaz. Pisonero decidió pasar a un 5:1 en los instantes finales del primer tiempo. Pero Sinfín se iba a marchar por delante en el marcador al receso (17-19). Encajar casi veinte goles del colista indicaba muy a las claras que el Atlético Valladolid tenía un más que serio problemas atrás. Había habido lluvia de goles antes de la de peluches.

El Recoletas igualó a 19 en sus dos primeros ataques del segundo tiempo, aunque perdía a Dimitrievski por exclusión dos minutos. Lima tomó el peso ofensivo local. Y la defensa vallisoletana se mostraba más contundente. Por primera vez, el Recoletas se colocó por delante (23-22). César Pérez también se hacía notar.

Llegó la segunda exclusión de Dimitrievski. Nadie dijo que iba a ser fácil. Toledo ayudaba con sus lanzamientos poderosos. No se había llegado al ecuador de la segunda mitad y el Recoletas cogía un colchón de tres tantos (25-22). Un parcial de 8-3 desde l descanso que provocó el tiempo muerto de Rubén Garabaya.

El partido se les iba a los santanderinos. La defensa local mordía y la portería se lucía. El Sinfín se desinflaba. El conjunto entrenado por Garabaya llevaba tres goles en más de veinte minutos de juego de la segunda parte. Por ahí se desangraba. El técnico visitante optó por siete contra seis para intentar reducir la ventaja local, que llegaba a los cuatro tantos. Nos les fue mal, pues se acercaron en el marcador. Sin embargo, los de David Pisonero no tuvieron problemas para aguantar el marcador. Mandaban por tres goles (29-26) a falta de minuto y medio. Sinfín optó por presionar a toda cancha con un Recoletas con un hombre menos. Pero el choque ya estaba sentenciado. Octava victoria de la temporada de los gladiadores azules.