Un Recoletas con casta se diluye ante el coloso Barça

Compareció serio y con personalidad el Recoletas Atlético Valladolid. Álvaro Martínez inauguró el marcador, pero el Barça respondió con un lanzamiento de Braz Jac. El conjunto vallisoletano mostraba entereza, con Lima al mando de las operaciones. Darko Dimitriesvski colocaba el 4-5 en el marcador, pero Dika Mem respondió con dos soberbios lanzamientos para que los culés se fueran en el marcador por dos tantos.

Hasta entonces el Atlético Recoletas Valladolid estaba conteniendo al conjunto blaugrana, tratando de imposibilitar su voraz salida al contrataque. Lamariano se hizo grande para detener uno de los latigazos de Dika Mem. Respondió Álvaro Martínez, que redujo la diferencia a un tanto (6-7), pero el internacional francés se propuso devorar a los gladiadores azules con su poderío en los lanzamientos y elevó la ventaja para los blaugranas a tres tantos (6-9). El Recoletas Atlético se gripó, Lima no lograba filtrar balones por dentro y los vallisoletanos se toparon con una defensa granítica. Ariño y Blaz Jac atormentaban a Lamariano en cada incursión y establecieron el 6-11.

Congeló el cronómetro Pisonero para reorganizar las ideas y que los suyos se soltaran los hierros que les tenían atenazados. Las pérdidas de balón hicieron mella a los vallisoletanos. El exinternacional español, Ariño desde el extremo izquierdo martilleaba una y otra vez para estirar la renta a los 7 tantos (7-14). Los blaugranas se marchaban peligrosamente en el marcador.

La entrada de Alejandro Pisonero dio otro aire al partido. Bendita juventud pensaría el entrenador de los gladiadores. Con Edu Calle, 23 años y Pablo Herrero y Pisonero con 19 años, el conjunto castellano mostró más soltura y desparpajo y redujo la diferencia a cuatro dianas (11-15). Gonzalo Pérez de Vargas, a quien le debe de pesar el cuello por el extenso medallero que ostenta, blindó su portería para que Calle no pudiera responder.

El Barça aprovechaba el desconcierto local para transitar en velocidad. Así llegó la anotación de Blaz Jac para mandar por 6 goles. D'Antino acertó desde los siete metros. Richarsdon con un lanzamiento que se coló por la escuadra y Langaro cerraron el primer acto distanciándose de los vallisoletanos a siete tantos (15-22).

Con el regreso a pista, el Barça siguió a lo suyo, Aleix castigaba desde el extremo y Hampus era imparable desde los 7 metros (16-24). La exclusión de De Toledo mermó a los gladiadores que recibieron un bofetón en forma de parcial 0-4. Los gladiadores vaciaron la portería y sus pérdidas de balón unido al desacierto de cara a portería propició que la diferencia se elevara a los once goles (18-29).

Si tuviera un cubo de agua fría en sus manos, Pisonero la utilizaría para volcársela a sus pupilos y así hacerles despertar. De Toledo regresó al parqué, pero los gladiadores azules tenían problemas para atravesar la rocosa defensa blaugrana, con Pérez de Vargas como último escollo. D'Antino, Lima y Pablo Herrero tiraron de orgullo, pero la diferencia seguía moviéndose entre los 10 y 11 goles de diferencia.

El choque entró en la recta final. Álvaro Martínez sacó su temperamento y con tres anotaciones seguidas insuflaba ánimos a la hinchada vallisoletana que aplaudía con furor cada anotación. El canterano y debutante Fran de Fuentes, llamado a filas para suplir al lesionado Dimitrioski, tuvo su protagonismo al convertir su penetración desde el extremo (29-39). Los gladiadores azules mantuvieron el tipo y no bajaron los brazos. Lucen carácter, oficio y templanza, pero el Barça se presenta como ese coloso al que es muy difícil de tumbar.