El Recoletas da la cara, pero cae ante un sólido Logroño

Comenzó el encuentro con buen ritmo anotador por parte de las dos escuadras, especialmente gracias al acierto de Palomino y Freitas. Seis goles en los primeros cinco minutos para un 3-3 que hacía vislumbrar la igualdad que tuvo la primera parte.

A pesar de que el conjunto riojano marcaba el ritmo y comenzaba a disfrutar de pequeñas ventajas en el marcador (8-5), el tiempo muerto solicitado por David Pisonero para ajustar conceptos, propició que su equipo se mantuviera siempre con posibilidades y no dejara a su rival aprovechar la velocidad que le caracteriza.

Intentando minimizar errores y amparado en el buen hacer en ataque de los hermanos Martínez y de Calle, el Atlético Valladolid se colocó en varias ocasiones a un gol de su rival y tuvo dos posesiones para volver a establecer las tablas en el marcador, aunque el húngaro Palasics frustró las dos jugadas de ataque.

David Cadarso era el mejor en ataque de su equipo, especialmente gracias a su efectividad desde los siete metros, con tres goles en otros tantos intentos en el primer tiempo. Sus dianas y las de El Korchi y Rivero mantenían por delante a un Logroño La Rioja que, pese a la ventaja, no estaba jugando cómodo. Su defensa se mantenía fuerte, pero en ataque no conseguía tener la fluidez de otros partidos. Buena culpa de ello era de Fuentes, que tuvo unos magníficos minutos, deteniendo lanzamientos claros de los jugadores locales y dando opciones a su equipo de seguir metiendo presión.

El cuarto gol de David Cadarso puso el 15-13 con el que se llegó al descanso. El partido estaba abierto, si bien el conjunto pucelano tenía que meter una marcha más, especialmente en defensa, si quería dar la sorpresa.

Tras el intermedio las defensas de ambos equipos se endurecieron y la producción anotadora se vio afectada. No había lanzamientos fáciles para ninguno de los jugadores sobre la cancha. El Recoletas volvía a hacer la goma y se colocaba a un gol, con posesión y superioridad (17-16). Sin embargo, perdió el balón en un mal pase.

La frustración por no conseguir el empate parecía no hacer mella en el equipo de David Pisonero, que mantenía la concentración y seguía buscando su oportunidad.

Una parada de Palasics a lanzamiento desde los siete metros de Dimitrievski posibilitó que el Logroño volviera a gozar de la máxima renta del partido, tres tantos, con un 21-18.

David Pisonero volvió a parar el encuentro viendo que los últimos ataques no habían sido efectivos e intentando que su equipo mantuviera la fe a falta de quince minutos para el final. Palasics, por encima del 40 por ciento de efectividad, dio a su equipo la oportunidad de estirar más el marcador con un paradón a Miguel Martínez y Palomino no lo desaprovechó marcando primero el 23-19 y segundos después el 24-19.

Quedaban diez minutos y Pisonero gastó sus tiempos muertos, apelando a la heroica de sus pupilos, que llevaban tan solo dos goles en diez minutos después del descanso.

Con una defensa cada vez más abierta, el Recoletas buscó complicar los ataques locales y lo consiguió. Sendos goles de Miguel y Álvaro Martínez obligaron a Miguel Ángel Velasco a pedir tiempo muerto para afrontar con tranquilidad los últimos cinco minutos (25-22).

Dimitrioski mandó fuera un penalti y Javi García volvió a dar tranquilidad al cuadro logroñés (26-22). Ya no tuvo fuerzas para más el Recoletas, que acabó cayendo por 28-25.