El Recoletas Atlético Valladolid roza la gesta, pero acaba perdiendo en Cangas

El Recoletas Atlético Valladolid supo reaccionar tras ir perdiendo por ocho goles en el arranque de la segunda mitad, aunque la remontada del cuadro de David Pisonero se quedó a medias. El acierto entre las maderas de Bar le permitió volver a meterse de lleno en el partido y, de hecho, dispuso de un siete metros para haberse puesto a un solo gol en los últimos cuatro minutos. Entonces reapareció Krivokapic para echar el candado a la portería de la escuadra canguesa y los dos puntos se quedaron en O Gatañal. Los pupilos de Moyano, además, mantienen la diferencia particular tras el 34-34 de la primera vuelta.

La igualdad marcó los primeros parciales, con un intercambio de paradas de Bar y Krivokapic que no invitaba a pensar en un marcador final elevado. La tercera intervención en diez minutos del guardameta argentino permitió a D'Antino anotar el 3-4 al contragolpe, pero a partir de ese momento los locales aumentaron la intensidad defensiva y no dieron opción. Gracias a un parcial de 4-1 controlaban el resultado superado el ecuador del primer acto (7-5, min. 16).

En vista de la escasa claridad de ideas en ataque, de las pérdidas de balón y de que los discípulos de Moyano ganaban ya por tres goles, David Pisonero gastó su primer tiempo muerto en el minuto 19. La diferencia, sin embargo, siguió creciendo hasta que D'Antino cortó el parcial de 4-0 al anotar desde los siete metros el 12-8 (min. 21).

Dos paradas consecutivas de Bar, primero en un penalti de Thymann y después a un lanzamiento abierto de Sherif, evitaron que el Frigoríficos llegase a ponerse con una renta máxima de siete goles. La dinámica, no obstante, era claramente favorable a los intereses del cuadro cangués y al descanso se llegó con un ya inquietante 17-11.

En el arranque del segundo tiempo el conjunto local llegó a ponerse con ocho goles de ventaja gracias a los tantos de Sherif y Toth y a un siete metros que Krivokapic le sacó a D'Antino (19-11, min. 32). Lejos de bajar los brazos, los pupilos de David Pisonero apretaron los dientes en defensa y cerraron un parcial de 0-3 con una diana de Diego Camino al contraataque (19-14, min. 36).

Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó César Pérez, que no encontró mejor manera de regresar a las pistas tras su lesión que deteniendo un penalti a Toth para mantener a raya al Frigoríficos e impulsar una reacción de su equipo que llevó el partido a un 22-19 tras un trabajado gol de De Toledo (min. 44).

El partido estaba tan loco que, cuando parecía que los locales podían cerrarlo con un parcial de 4-0 al poner el 26-19 en el marcador (min. 47), el Atlético Valladolid resurgió de manera inesperada. En el duelo de guardametas, fue el momento de Bar, mientras que Krivokapic bajó ligeramente sus prestaciones. Así, poco a poco, la diferencia se fue acortando hasta el 27-25, obra de Oliveira al culminar un fly al borde del pasivo (min. 54).

Sin embargo, el guardameta serbio incorporado en el mercado invernal por la escuadra morracense, apareció cuando su equipo más lo necesitaba con una doble parada a Álvaro Martínez desde los siete metros para mantener, en inferioridad, la renta de dos goles. A pesar de lo accidentado del final, incluida una sorprendente exclusión de Bar, la diferencia se estabilizó en tres goles y acabó en cuatro con el 30-26 final.

En la próxima jornada, el Recoletas Atlético Valladolid recibirá al Viveros Herol Nava (sábado 15, 20:30 horas, en Huerta del Rey). El Frigoríficos del Morrazo, por su parte, visitará al Balonmano Logroño La Rioja.

• Temas
• Atlético Balonmano Valladolid