Fernando López-adg
Puente Genil (Córdoba)
Domingo, 19 de febrero 2023, 18:41
El Recoletas Atlético Valladolid sigue sin estrenarse en la segunda vuelta. Ayer, ante un rival directo por escapar de la quema como es el Ángel Ximénez Puente Genil, no llegó la esperada resurrección dentro de un enfrentamiento en el que los gladiadores azules siempre fueron ... a remolque. Un traspié que, unido al sufrido en casa ante otro rival directo como el Huesca, deja muy tocado al vestuario vallisoletano.
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De nada sirvieron los ocho tantos de Miguel Camino, ni los excelentes minutos aportados por Lamariano, ni tan siquiera el optimismo con el que se afrontó el viaje a una cancha que ha sido talismán hasta el año pasado. Pesó más el buen momento de forma que vive un rival que aprovechó la falta de fuelle visitante en unos últimos minutos para el olvido.
Puente Genil
Álvaro de Hita, Xavi Tua (4), Buzle (6), Javi Muñoz (5, 1p), Arsenashvili (2), Chen Pomeranz (4), Luisfe (2) -siete inicial-; Nordlander (ps), Márcio Silva, Antonio Cabello, Cuenca (1), Javi García (1), Ribero (3) y David Estepa.
28
-
25
Recoletas Atlético
César Pérez, Miguel Camino (2), Álvaro Martínez (8), Ayres, Dimitrievski (2), De Toledo (4), Orio Blanco (3) -siete inicial-; Lamariano (ps), Freitas (3), Borja Méndez (2, 1p), Miguel Martínez, Rosell, Virulegio, Herrero (1) y Petter.
Marcador cada inco minutos: 3-3, 4-5, 7-6, 10-7, 13-9, 13-12 -descanso-; 16-14, 19-17, 21-20, 22-22, 24-22 y 28-25.
Árbitros: Hoz Fernández y Riloba Pereda (Comité cántabro). Excluyeron dos minutos a Buzle, David Estepa y Arsenashvili por el Ángel Ximénez Puente Genil; y a Rosell y Dimitrievski por el Recoletas Atlético Valladolid. Amonestaron al local Márcio Silva (min. 2).
Incidencias: Pabellón Municipal Alcalde Miguel Salas. 650 espectadores.
Se equivocó quien esperase un inicio de partido marcado por las urgencias con las que unos y otros se presentaron a la cita. Lejos de nervios, imprecisiones o tiros mal seleccionados, tanto Ángel Ximénez como Atlético Valladolid se lanzaron a un intercambio de golpes que levantó al público de sus asientos y obligó a esforzarse al máximo a César Pérez y al incombustible Álvaro de Hita. Fue ya rebasado el ecuador de la primera mitad cuando el conjunto de Paco Bustos hizo sangre con un parcial de 5-1 forjado en las pérdidas de balón pucelanas (9-6, min. 17).
Quiso David Pisonero alterar su defensa con Miguel Camino en el adelantado para impedir la circulación de pelota liderada por Jung y Ribeiro. Una nave con dos timoneles que encontró siempre el rumbo adecuado para llegar con espacios a la meta vallisoletana. Así se instauró la máxima diferencia en el tanteador con un pase extra del propio Ribeiro sobre el salto en la esquina de Cuenca (11-7, min. 22).
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Un colchón que relajó en exceso al cuadro de Puente Genil, incapaz de mantener un ritmo de juego tan elevado. Del resto se encargó, una vez más, César Pérez. La actuación del guardavallas resultó decisiva en uno y otro lado. Sus paradas dieron esperanza a sus compañeros y sus asistencias fueron un filón del que se aprovechó, sobre todo, el último fichaje de la entidad de la ribera del Pisuerga. Y es que las dos dianas de Oriol Blanco a la contra, permitieron alcanzar el descanso con esperanzas renovadas. Su estreno fue, sin lugar a dudas, la única noticia positiva para las huestes azules.
Unas ilusiones que se volvieron a ver lejanas en el regreso a la pista pontanesa después de recuperar parte de la distancia perdida el siete alineado por Paco Bustos. Como si de una buena etapa de montaña se tratase, perseguidor y perseguido hicieron la goma durante una ascensión en la que ninguno bajó la intensidad. Buena muestra de ello la dio Miguel Camino con una rosca desde el extremo que escupió la madera en lo que pudo ser el empate (22-21, min. 18). Sí lo logró en su segunda intentona tras otra extraordinaria intervención de Lamariano. El portero se convirtió en el héroe del Recoletas con seis paradas sobre nueve tiros del rival en una actuación que permitió a los suyos entrar con vida en la recta decisiva del enfrentamiento.
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Una fase final en que la moneda volvió a 'salir cruz'. Los milagros de Yeray Lamariano se acabaron y el cortocircuito ofensivo de los pupilos de David Pisonero dejó campo libre para un parcial de 5-2 en el que Chen Pomeranz reclamó los focos. Suyo fue el tanto del 27-24 con un latigazo tras bote desde nueve metros que supuso el KO por la vía del cloroformo para el Atlético Valladolid. Ya no hubo fuerza física ni mental para volver a plantar cara a un equipo que demostró su mejor estado de forma.
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