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Quinta victoria del Recoletas Atlético Valladolid en el presente curso, tercera consecutiva. En un partido de desgaste, con una primera parte más floja, el equipo vallisoletano resolvió en la segunda mitad. Un encuentro duro y complicado, pero el conjunto que dirige David Pisonero está de ... dulce. Derrotar al BM Logroño La Rioja no es moco de pavo. Otro triunfo coral con protagonismo muy especial para César Pérez, Tarcisio Freitas, Alejandro Pisonero o José De Toledo. Huerta del Rey vivía la segunda victoria de la jornada después de la del Aula. Los gladiadores azules, más gladiadores que nunca, suman ya diez puntos. Nadie esperaba tanto de un equipo en el que hay capacidad de crecer una vez que todas las piezas se ajusten. De momento, la orquesta vallisoletana suena de lujo. Y de momento, el Atlético Valladolid se sitúa en la parte noble de la clasificación. Y que le quiten lo 'bailao'.
Recoletas
César Pérez (9 paradas), Freitas (5), Pedro Martínez, Rosell, D'Antino (3p), Miguel Camino (1), Toledo (5) -equipo inicial -, Lima (3), Álvaro Martínez (2), Calle, Alejandro Pisonero (4), Miguel Martínez (1), Herrero (3), Dimitrioski (2), Dimitrievski y Lamariano (1 parada).
29
-
25
Logroño
Aly (8 paradas), Zaja (3), Tua (1), Uríos (3), David Cadarso (4, 2p), Palomino (4), Edu Cadarso (5) -equipo inicial -, Ponciano (2), El Korchi (3), Preciado, Soler y Palasics (2 paradas).
Marcador cada cinco minutos 1-1, 3-4, 5-5, 7-7, 8-8, 11-10 (descanso); 13-12, 16-15, 19-17, 21-19, 25-22 y 29-25.
Árbitros Raúl Oyarzun y Aritz Zaragüeta. Excluyeron dos minutos a los locales Calle y Toledo, y al visitante Edu Cadarso.
Incidencias Encuentro correspondiente a la séptima jornada en la Liga Plenitude Asobal disputado en Huerta del Rey, que registró una entrada de 1.463 espectadores.
Era el partido de la confirmación, de demostrar ante un rival con poderío que se podía competirle de tú a tú. Los dos equipos arrancaron negados en ataque. Postes, paradas de ambos guardametas, errores… Logroño abrió una pequeña diferencia de dos tantos (3-5). Al ataque local le costaba mucho superar la entramado defensivo. A trancas y barrancas el Recoletas volvió a empatar. El partido se movía en guarismos igualados. Los dos ataques no brillaban y el marcador tan corto lo confirmaba.
David Pisonero dio entrada a la segunda unidad. César Pérez dejaba muestras de su gran momento con varias intervenciones de mérito. Los locales llegaron a adelantarse de nuevo (8-7), pero la exclusión de Edu Calle provocó la primera inferioridad numérica del choque. El partido se fue calentando con las decisiones arbitrales, muy protestadas por el público. Recuperada la igualdad en el 40x20, el equipo de Pisonero lograba dos goles de diferencia (10-8) a base de pico y pala. Había bastado un poco de mejoría defensiva y cierta dosis más de acierto en ataque.
Pero el conjunto riojano seguía ahí. El Korchi cogió las riendas ofensivas de Logroño. Se trata de un jugador diferencial. Con 11-10 se llegaba al final de los primeros treinta minutos. El Atlético Valladolid no había dado la mejor versión en un encuentro hasta ese momento. Gris, demasiado gris frente a un rival rocoso.
Un gol tonto para empezar. Eso de pasar el balón al inicio de cada tiempo al rival se ha puesto de moda. Zaja robó el balón e igualó ante la cara de circunstancias de Freitas. El Recoletas intentó dar a su juego una velocidad más. Apareció Lima y también Toledo. Los locales mandaban en el electrónico por un par de goles. Pero no lograba romper el encuentro, con un Logroño La Rioja muy sólido atrás, que obligaba a un sobresfuerzo al ataque castellano.
Con la entrada de 'Magic' Pisonero en la dirección, la ofensiva mejoró. La pareja arbitral tomó una decisión salomónica y echó a la vez a Edu Cadarso y Toledo en una acción de las polémicas. El Recoletas aguantó bien. Llegó por primera vez a tener un renta de tres tantos (20-17). El choque se endurecía por momentos ante cierta pasividad arbitral.
Toledo seguía a lo suyo y Freitas también. Un 23-19 a poco más de ocho minutos para el final. Era la primera vez que el Atlético Valladolid alcanzaba una diferencia de cuatro goles. Había que nadar y guardar la ropa.
Logroño arriesgó. Atacaba con siete jugadores de campo y defendían en 5:1. Dejó la renta local en dos goles. Pero el Recoletas es mucho Recoletas. Volvió a la seguridad de los cuatro tantos de ventaja. Logroño apretó con una defensa a toda cancha y volvió a acercarse con un peligroso 27-25. David Pisonero pidió tiempo muerto a falta de menos de dos minutos para la conclusión. Un gol de Álvaro Martínez y la pérdida de balón de Logroño dejaba el partido visto para sentencia.
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