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Tal es la confusión que ha creado la normativa anunciada desde la Junta de Castilla y León el pasado jueves que los equipos no saben a qué carta acogerse. Si al protocolo aprobado en su día por el Consejo Superior de Deportes, y al que ... se han agarrado los clubes de baloncesto el último fin de semana para jugar sin mascarilla, o a la norma publicada en el BOCyL por la que los clubes no profesionales -solo se consideran las ligas de Primera y Segunda División de fútbol y la ACB de baloncesto- deben entrenar y competir obligatoriamente con mascarilla.
El caso del Recoletas Atlético no es una excepción en ese caos y su técnico ni siquiera sabe por la mañana, poco mas de 24 horas antes de su partido ante Logroño, si sus jugadores van a tener que usar la mascarilla.
«No lo sé, sé que el club está hablando con la Junta. El otro día baloncesto jugó sin ella, León con ella, … Nosotros haremos lo que nos manden. ¿Mi opinión? No sé por qué motivo se hace y si hay que hacerlo se hace. Lo único que no estoy seguro es de si vamos a cumplir las expectativas creadas, es decir que no se moje la mascarilla, que se toque con dos dedos,... No es sencillo en un deporte como éste, me preocupa el estado de los jugadores, muchos acabaron con dolor de cabeza el otro día. Pero haremos lo que se nos pida», ha reconocido en rueda de prensa telemática David Pisonero, tan aturdido como el resto de equipos por tener que jugar en casa con mascarilla y sin ella a domicilio. «Es verdad que es extraño que no esté unificado, pero cada comunidad tiene la potestad de poder hacerlo. Nosotros decidimos entrenar sin ella porque no es algo a lo que te vayas a aclimatar», ha señalado advertido de que Logroño sí lo hizo en su sesión preparatoria de este lunes.
Precisamente al término de ese último entrenamiento, su técnico Miguel Velasco consideró «ridícula» la medida. «Jugar con mascarilla un deporte de alta intensidad y con mucho contacto no tiene sentido», explicó el preparador del BM Logroño. Las sensaciones de sus jugadores no fueron nada buenas. «Se asfixian a los diez minutos», reconoció.
Sobre el partido de este miércoles (Huerta del Rey, 20:30 horas), Pisonero ha advertido de su dificultad y trascedendencia para calibrar dónde va a estar su equipo esta temporada. «Es un partido importante para nosotros porque es nuestro termómetro real y donde nos vamos a ver con un rival complicadísimo. Nos gustaría competir y tener opciones de puntuar. Hemos guardado mucho la ropa hasta ahora porque el nivel de competición ha sido muy alto y nos hemos exigido mucho porque no va a ser fácil llevar este ritmo hasta el final. Nos vienen cuatro partidos que van a marcar mucho», avisa el técnico, que reconoce que el viaje a Barcelona, «duro», puede pasar factura ante Logroño.
De ese partido ante los azulgrana y sus consecuencias, nada que no se intuyera. «No tiene mucha historia ni trascedencia, no dejan de ser dos puntos que se han ido. Sabíamos que teníamos que cumplir con el trámite y sabíamos que teníamos que sacrificar cosas. Espero que no haya hecho daño», ha comentado, destacando el debut de dos de los canteranos Nico García (portería) y Sergio Casares (extremo). «Estaba previsto que los dos tuvieran minutos fuera como fuera el partido. Llevábamos un plan de viaje distinto a cualquier otro en el que pensamos que tenemos opciones. Los dos estuvieron a gran altura en un momento complicado y contra un rival inmejorable», valora Pisonero, que no quiso quemar «todos los barcos» ante un rival 'imposible' como el Barça.
Más accesible será el BM Logroño, que a su juicio «ha conformado una plantilla excelente». «Esperamos ver un partido de excelente nivel. Están dando un salto de calidad con los jugadores que ha incorporado, especialmente con la actuación de Rangel en portería», ha analizado, consideran clave no irse de partido en ningún momento. «Es clave mantenernos en partido porque si al final son capaces de dejarnos 5 o 6 abajo nos lo va a complicar más porque hacerles un parcial no es nada sencillo. Hemos tenido oportunidad de ganar en los partidos en los que hemos estado vivos. El objetivo ahora mismo es competir hasta el minuto 59 y jugar nuestras bazas para puntuar. Seguir el ritmo que hemos impuesto es lo que más me preocupa».
Sobre los últimos positivos anunciados y el debate que se ha generado sobre la conveniencia de deterner o no la competición, el técnico vallisoletano es partidario de continuar a toda costa. «Entiendo todo porque no está siendo sencillo para nadie. ¿Cómo vamos a gestionar una Copa Asobal si a lo mejor no vamos a poder terminar la primera vuelta? Todo es muy complicado, entiendo y respeto todas las opiniones, y creo que tenemos que protegernos lo máximo posible y sacrificarnos también para intentar que esto continúe dentro de unos parámetros reales que nos permitan que la rueda siga girando. Parar algo que hemos iniciado con toda la ilusión del mundo pero también con todos los problemas, entiendo que muchos abogen por ello».
El BM Logroño llegará con Miguel Velasco y Rubén Garabaya en el banquillo, dos técnico salidos de la misma escuela impartida por Juan Carlos Pastor. «Salimos todos del mismo árbol aunque seamos distintas ramas pero sí es verdad que vemos el balonmano de la misma manera. El matiz lo da la calidad de los jugadores porque el concepto es el mismo. Para mí es muy atractivo ver a Logroño porque desarrollan un balonmano de alto nivel», ha señalado en la previa del partido.
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