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David Pisonero y Mario Arranz escoltan a Gustavo Oliveira (izquierda) y Lucas Ribeiro. Iván Tomé
Oliveira y Ribeiro, dos perfiles específicos en crecimiento para el Recoletas
Balonmano / Liga Asobal

Oliveira y Ribeiro, dos perfiles específicos en crecimiento para el Recoletas

Los dos jugadores portugueses llegan a Valladolid atraídos por una liga «en la que no hay día tranquilo, se disputan todos los partidos»

Martes, 4 de junio 2024, 17:19

Las últimas adquisiciones del Recoletas Atlético bien parecen siameses por todos los precedentes que les rodean, también por cómo se expresan, su perfil, trayectoria e incluso por la estampa de jugadores con potencial suficiente para explotar en Huerta del Rey.

Gustavo Oliveira (Santa María da Feira, 2001) y Lucas Ribeiro (Marinha Grande, 2002) llegan a Valladolid dispuestos a completar su formación y progresar de la mano del equipo de David Pisonero. «Estamos encantados de que estén aquí, el trabajo de Diego es espectacular porque no es fácil», ha comentado el técnico en su presentación, haciendo referencia a la labor de Diego Camino como director deportivo. «Ellos han aportado por nosotros desde el principio, dejando claro que es su club, y estamos agradecidos por ello. Es una responsabilidad para ellos, no es un tiro fácil porque son jóvenes y vienen a crecer, pero saben que vienen a un club en el que la responsabilidad que van a tener es alta», ha admitido el preparador vallisoletano.

Ambos llegan avalados también por otro vallisoletano, Jota González, actual entrenador del Benfica, y atraídos por una competición que no entiende de días libres. «Aquí se compite en cada partido, no hay día tranquilo», apunta Ribeiro, «En esta liga puedes ganar a Bidasoa, igual que puedes perder con el último», añade Oliveira.

Los dos tenían claro donde querían recalar. «Siempre hablé con mi representante que me gustaría jugar en Asobal porque es una liga buena y competitiva que me puede hacer crecer y hacer mejor jugador. Valladolid es una buena opción para ello y estoy encantado de su capacidad para transmitirme lo que quieren. Sigo al club los últimos dos-tres años», señala Gustavo, que se define como un lateral izquierdo «diferente a los demás, con capacidad de lanzamiento pero también capacidad táctica».

Oliveira, que lamenta la decisión de retirarse de su compatriota Afonso Lima, «con el que jugué un año en Oporto, que me ha dicho muchas cosas buenas del club y me ayudó a tomar la decisión», confía en mantener su progresión como jugador. «Aquí Barcelona está a un nivel superior pero el resto de equipos son muy parecidos. En Portugal, Benfica y Sporting están por encima de los demás y luego hay 3-4 equipos con buen nivel», señala el jugador, que llega cedido dos temporadas por el Benfica.

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Por su parte, Lucas Ribeiro, ha militado el último año en el Póvoa Andebol Clube, cedido también por el Benfica. «Cuando Valladolid me llamó, dije que encantado por es una liga que sigo mucho, me gusta porque todos los partidos son competitivos», asegura. «La Liga Asobal es muy competitiva, la mayor diferencia es que todos los partidos son difíciles, no hay uno solo más tranquilo que otro. En Portugal, sí. Aquí hay que trabajar duro en la semana para afrontar cada partido», señala, encantado con lo que ha visto hasta el momento. «Me gusta mucho el trabajo de cantera, el pabellón es muy bueno y también las condiciones que me ha ofrecido el club», apunta en un castellano cristalino.

El pivote luso ve aún diferencias notables entre la competición española y la de su país. «El balonmano allí es diferente. Aquí es una liga profesional con más visibilidad, mientras que allí los jugadores trabajan y luego van a entrenar», señala.

Pisonero espera que Lucas pueda crecer aún más tácticamente, y que Gustavo aporte en situaciones ofensivas, «es un lateral izquierdo muy versátil, con decisión y capaz de adaptarse a diferentes sistemas defensivos».

Con la presentación de los dos jugadores portugueses, el técnico da por cerrada la plantilla 2024-25, si bien desde el club todavía se espera que pueda surgir una oportunidad para poner la guinda. «Estaríamos ya cerrados a expensas de alguna oportunidad de mercado que pueda salir. Sobre todo defensivamente, algo que nos pueda ayudar atrás. Ahora mismo tenemos dieciséis jugadores que cubren todas las necesidades», concluye Pisonero. «Volvemos a partir de cero pero sin hablar de números, queremos crecer».

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