Novatada del Recoletas Valladolid en Nava de la Asunción

Tampoco ayudó en el 38-33, roto en los últimos tres minutos, el gran nivel de Luis de Vega en la portería segoviana (con más de un 34% de efectividad en sus paradas) o la capacidad goleadora de Alexander Tioumentsev, que terminó el derbi regional con ocho tantos, y la sensación de entrar cuándo y cómo quería en la defensa del equipo de David Pisonero.

Dos partidos de Liga, y percepciones similares. De equipo por hacer, con destellos de que se puede, pero también de vulnerabilidad, como sucedió hace siete días en el debut liguero ante el Cangas en Huerta del Rey. Entonces se empató tras haber llevado la batuta buena parte del choque. Ayer la batuta fue solo de los segovianos. Lo fue desde el 2-2, en ese compás de inicio, que ya hacía prever que el partido se iría a un marcador largo, con los ataques por encima de las defensas. En principio, parecía el guión perfecto para el juego que quiere desempeñar Pisonero, pero esta vez salió cruz.

La primera parte estuvo marcada por la igualdad, con una máxima renta de tres goles para el Viveros Herol Nava, que se fue con el 8-5 (min. 12), pero cuya ventaja esfumaron los vallisoletanos en apenas un minuto para devolver el 8-8, con un buen Martín Karapalevski, quizá una de las mejores noticias desde la posición de central, sobre todo en el aspecto ofensivo. Fueron los mejores minutos de los visitantes, con dos contras de manual de Miguel Camino, que culminó a toda velocidad y desde el extremo izquierdo (8-10). Fue el vallisoletano el que puso también el 12-14, minuto 22), en un momento donde Luis de Vega sujetaba el marcador desde la portería y el Recoletas no encontraba el camino desde los siete metros.

Tuvo que reaparecer D'Antino, inédito este 2024 tras su operación de rodilla, para demostrar su efectividad desde la línea de penalti. No falló ni uno, y fue fundamental en la segunda parte cuando el Nava hacía el amago de cerrar por la vía rápida el marcador. No lo hizo, aunque amenazó tras el 18-16 con el que se llegó al descanso. 21-17, con la máxima para los locales con Isaías Guardiola precutiendo desde casi nueve metros, y con una tarde más discreta de Bar y Forns en la portería del Recoletas.

Y mientras los de Álvaro Senovilla aprovechaban las exclusiones de los visitantes –como la de Ribeiro en el minuto 42– para volver a irse en el marcador. El Recoletas no era capaz de hacer lo propio con el partido empatado a 28 goles, a 29, a 30... Dos minutos para Marugán, para Bonanno... Pero el que abría la brecha era el Nava que puso la directa hasta el 38-33 sin tiempo para la reacción y con una derrota de novato en un campo de veteranos.