Nicolo D'Antino, la precisión italiana del Balonmano Nava

Tras una primera temporada en la División de Honor Plata en la que la juventud y la falta de experiencia en el balonmano español taparon gran parte de las virtudes del extremo italiano, D'Antino ha empezado a deslumbrar este curso en un gran escaparate como la liga Asobal. Por el momento, se trata de pequeñas dosis de calidad, pero suficientes para que el once del Viveros Herol Nava se haya convertido en el tercer máximo goleador del conjunto navero. Con 24 dianas en las siete primeras jornadas (a una media de más de tres por encuentro), D'Antino tan solo es superado por Agustín Casado (32) y Rodrigo Pérez Arce (25), dos jugadores que sobre el papel deben sostener mucho más peso ofensivo que el italiano.

La incidencia ofensiva de D'Antino se entiende mejor gracias a su porcentaje de acierto en el lanzamiento. Así, de los 27 intentos que ha realizado el jugador navero durante el primer cuarto del campeonato, 24 acabaron con la pelota en el fondo de la portería. Un 89% de efectividad de cara a puerta que ha convertido al italiano en un arma preciso en los esquemas de Dani Gordo. Pero no solo con sus lanzamientos en suspensión desde el lado derecho de la cancha, también cuando asume la responsabilidad desde la línea de siete metros. En esa posición, D'Antino se muestra infalible con un 100% de efectividad al convertir los tres lanzamientos que ha intentado.

«No sabía esas estadísticas», declara el jugador del Balonmano Nava, que señala varias causas que explican el acierto que tiene en este inicio de temporada. «Hay muchas cosas detrás. Es trabajo del equipo, porque los compañeros me dejan en buenas posiciones, y también del cuerpo técnico, porque el entrenador hace mucho trabajo individual para que mejoremos», explica. Por lo demás, indica que siempre juega con la misma mentalidad, aunque «si el balón entra siempre es mucho mejor y de momento está yendo bastante bien».

Señala D'Antino el crecimiento que ha tenido como jugador durante su estancia en Nava de la Asunción y culpa de ello a Dani Gordo y su cuerpo técnico. «Aquí se trabaja de una manera increíble, con las mejores condiciones posibles para que tanto el equipo como los jugadores mejoren», declara. No obstante, y a pesar de su buen inicio de temporada, es consciente de que con veinte años todavía tiene mucho camino que recorrer y muchos apartados de su juego que mejorar. «Me queda muchísimo. Soy muy joven e inexperto en este balonmano y me faltan muchas cosas que mejorar, sobre todo en el apartado defensivo», subraya. Si lo consigue, confía en convertirse también en un jugador importante de la selección italiana. «Creo que sí trabajo mucho es posible», declara D'Antino, sabedor de que su experiencia en España le puede ayudar. «Solo hay dos italianos jugando en Asobal, por eso considero que tengo mucha suerte», sostiene.

Para poder progresar y convertirse en un mejor jugador, el extremo navero afirma no poder sacarse el balonmano de la cabeza. «Es mi vida y solo pienso en eso», comenta. Así, cuando no tiene que entrenar, jugar o desplazarse con el equipo prefiere llevar una vida tranquila, en la que el cine o jugar a la PlayStation en su casa le ayudan a descansar y liberar la mente en los ratos en los que no piensa en el balonmano.

Aunque eso en Nava de la Asunción es complicado, al ser una localidad que respira balonmano por los cuatro costados. Sin embargo, D'Antino valora la tranquilidad del pueblo aunque destaca la pasión con la que sus vecinos viven el deporte. «Es un sitio que me gusta mucho. Es pequeño y tranquilo pero está lleno de buena gente que siempre acude el pabellón y que te lo hace todo más fácil. Yo prefiero este tipo de ambientes a los que hay en ciudades más grandes», apunta el italiano, quien comparte piso en Nava de la Asunción con Antonio Llopis y con Miguel Baptista. «Con Antonio ya vivía el año pasado y Miguel es nuevo este año, pero al final en el vestuario siempre hablo con todos mis compañeros», asevera.

D'Antino considera que los 15 días sin competir en Asobal le vendrán bien al Balonmano Nava. «Hemos trabajado mucho desde el verano y de vez en cuando viene bien parar un poco», señala. Se muestra contento con lo conseguido por el equipo durante las siete primeras jornadas de liga y con la adaptación que han demostrado a la nueva categoría. «El año pasado éramos siempre el rival a batir. Este año todas las semanas nos enfrentamos a equipos que como poco son iguales que nosotros o mejores. Cada fin de semana hay que hacer un partido muy bueno para poder ganar. Estamos contentos con lo conseguido hasta ahora pero hay que seguir trabajando para lograr más puntos», afirma el joven extremo italiano, quien señala que la exigencia y la concentración son factores que deben estar en cada partido y entrenamiento.