«Lo de Nava es una cosa que no la he vivido en ningún otro lado»

Tras su fichaje por el conjunto vallisoletano, el portero vasco no duda en afirmar que buscó una mejoría en la calidad de vida y que había llegado el momento de cerrar su ciclo en Nava. «Entendí que era el momento de cambiar. Volví a ser padre hace un año y compaginar todo eso estando tu trabajo a una hora de ida y otra de vuelta es difícil. Necesitaba un cambio de ciclo en mi carrera deportiva en el que tuviese más tiempo libre para estar cerca de casa», comenta Lamariano. Sobre la apuesta del proyecto del Valladolid, el guardameta reconoció que fue la negociación mas fácil de su carrera ya que «vi que había mucha empatía hacia mí, nos entendimos muy bien y cuando hay sinceridad por las dos partes hace que la decisión fuese muy fácil».

En el Atlético Valladolid comparte portería con César Pérez, con el que ya estuvo durante su primera etapa en el antiguo BM Valladolid y del que solo tiene palabras de agradecimiento y positivas sobre él. «La competencia la entiendo como un bien que hay que cuidar. Que exista una competencia sana es positiva para el equipo y si esa competencia está basada en una relación personal muy buena como es el caso, pues engrandece y aumenta la calidad de la competencia. A nivel personal, la relación con César es estupenda», afirma Lamariano sobre su compañero.

En su regreso a Nava donde ha jugado durante las últimas cuatro temporadas, el guardameta vasco no tiene dudas de como le recibirá el Guerreros Naveros en su vuelta. «Estoy convencido de que me van a recibir bien. A parte de haber estado allí, tengo muchos amigos dentro y fuera del equipo. Tengo ganas de ver el pabellón lleno de gente que también se agradece y estoy encantado de poder volver a jugar en Nava», asegura Lamariano acerca de su recibimiento por parte de la afición navera.

Dentro de esos cuatro años defendiendo los colores del Balonmano Nava, el portero vasco vivió luces y sombras en el conjunto segoviano ya que en la temporada 2017-2018 no pudieron lograr ascender a la Liga Asobal tras caer en el 'playoff', pero tuvieron la recompensa al trabajo la temporada siguiente logrando el tan ansiado ascenso a la máxima categoría del balonmano español. «El hecho de no haber podido ascender ese primer año ante Sinfín delante de nuestro público fue un golpe muy duro para todos. Puede sonar contradictorio pero ese fracaso, unido al acierto de la directiva y de Julián Mateo, presidente del Nava, de mantener el bloque unido para la siguiente temporada hizo que todo ese dolor que tuvimos el año anterior se convirtiese en una gasolina que nos hizo ascender con muchas jornadas de antelación», comenta Lamariano sobre sus impresiones acerca del paso de la desilusión a la euforia de una temporada a otra con el ascenso a la Liga Asobal.

Nava siempre tendrá un hueco especial en el corazón de Lamariano donde vivió algunos de sus mejores momentos en su carrera deportiva y del que siempre guardará para él un cariño particular difícilmente de olvidar. «Lo que hace diferente a Nava es que allí te encuentras con un pueblo volcado entregado al equipo, donde la junta deportiva está formada por gente del pueblo que dedica su tiempo libre a hacer club. Es gente que se desvive por el club y que sin el amparo de Julián no sería posible. Todo eso no lo he vivido en otros clubes, quizás solo en Cangas, pero esa cercanía de la directiva y el pueblo con el equipo es lo que lo hace especial y que provoca que los jugadores se sientan también parte de la gran familia que es Nava», resalta el portero vasco.

En cuanto al recuerdo más íntimo y personal que Lamariano guarda de Nava, el portero vasco dice no olvidar jamás el recibimiento y apoyo que tanto afición como el club le brindaron el día que llegó. «Mi presentación con el Nava en el centro cultural es algo que nunca olvidaré. El centro estaba lleno de gente del pueblo, aficionados y personas del club. Llegué allí acostumbrado a otro nivel de expectación mucho más bajo y lo que viví fue increíble. Ese primer contacto con Nava fue esclarecedor y pone en vista de lo que fue esa primera temporada de plata», comenta el guardameta.

El guardameta vasco tuvo una primera etapa en el conjunto segoviano durante la temporada 2014-2015 en la que solo estuvo un año y dice no parecerse en nada a esta ultima que ha vivido en la que ha estado cuatro años. «Las diferencias entre ambas etapas son muy diferenciales y creo que no se parecen absolutamente en nada, ni para bien ni para mal. Con esta ultima etapa se ha perdido un poco la cercanía con la junta directiva y el espíritu que llevó a Nava a lograr tantos ascensos en tan pocos años, pero creo que es un proceso obligatorio para que un equipo termine de funcionar. A este nivel lo veo natural, pero es verdad que dejas atrás otras cosas importantes y valiosas», argumenta Lamariano en la comparativa entre ambos ciclos.

Por último y con la vista puesta en el futuro, Lamariano dice estar más cerca de la retirada a un posible regreso al conjunto segoviano. «Considero a Nava como mi segunda casa. Mi vuelta podría ser una opción, pero se me acaba el tiempo y no me veo jugando con 40 años. Tal y como hice un cambio de Nava a Valladolid, creo que el siguiente paso no es cambiar de equipo, sino de profesión», concluye el guardameta dejando la puerta abierta a un posible regreso, pero sabedor de que su carrera deportiva esta ante sus últimos compases.