El Nava viaja a Benidorm con el traje de un visitante ambicioso

En un choque de filosofías se miden el pueblo, reducto orgulloso, y un destino vacacional, un lugar de paso. El Viveros Herol Balonmano Nava afronta el duelo de este sábado (18:00 horas) en Benidorm con un objetivo claro: conseguir la primera victoria fuera de casa. «Es una de estas cosas que el equipo todavía tiene en el debe. No tanto por la necesidad sino, por ir dando pasos dentro de esta liga Asobal. Una de las cosas que nos quedan por hacer es ganar fuera de casa y este equipo tiene ahora tres oportunidades. El partido de Benidorm es la primera», señala su técnico, Dani Gordo de cara a una congestión en el calendario, con cinco partidos hasta el 11 de diciembre, incluidas las visitas a Anaitasuna y Huesca.

Tras cinco viajes en su debut en Asobal, el Nava ha competido cada partido. Empató en Granollers, Puerto Sagunto y Cangas –encuentros en los que disfrutó de la última posesión– y cayó con honor ante cocos como Cuenca y Ademar León. Gordo asume que ganar a domicilio no es sencillo. «Para ganar fuera de casa se tienen que dar muchas variables. Una, ser capaz de recuperar balones a nivel defensivo. Dos, no salir perdiendo en el minipartido de las exclusiones; y si sales perdiendo, saber enjugarlo. Otro término importante son los parciales; por el empuje de las aficiones, es más común que el equipo de casa anote parciales positivos. Y luego, que haya dos o tres jugadores de tu plantilla que hagan el mejor partido de la temporada». Y citó las actuaciones el curso pasado de Yeray en Antequera o Villagrán en Ciudad Real.

Gordo se mostró optimista. «Soy de la opinión de que podemos sacar algo positivo de Benidorm». Entre las fortalezas del rival, destacó a Luisma Lorasque en primera línea. «Conoce muy bien el sistema de juego y fue decisivo en el último enfrentamiento para ese gol que metieron en el último segundo en Aranda. Fue un jugador que nos hizo mucho daño. Al igual que Pepe Oliver, Álvaro Cabanas o Grau intentarán que los dos puntos se queden allí».

Entre todos los factores, destacó la parte anímica. «Mi mayor preocupación durante toda la semana es que el equipo muestre la cara que muestra en el 95% de los días en Nava, compitiendo ante el Barcelona el tiempo que nos permitió nuestra madurez o experiencia». El precedente de Novás, una derrota abultada en la primera ronda de Copa del Rey, está muy presente en el imaginario de Gordo. «Esa imagen que dimos allí no es la nuestra, pero soy consciente que tengo jugadores que no son máquinas. Algún día nos puede salir ese partido».

El preparador citó las condiciones de preparación respecto a otros equipos de la categoría y apuntó a que el Nava es el único club de Asobal con sesiones vespertinas. «Hay quien entrena por la mañana; nosotros tenemos que entrenar por la tarde. El club sabe perfectamente ese matiz, lo que significaría hacerlo por la mañana. Y va en la esencia del club y en el ADN. Y de ahí vienen esos pensamientos de ser competitivos independientemente del rival que tengamos delante».

Con todo, el técnico contextualizó y pidió no dar por hecho que el rendimiento de los jugadores sea la norma durante toda la temporada. «Hay una autoexigencia muy grande, un profesionalismo que va creciendo, pero quizás algún día esa igualdad que ahora nos parece natural deje de serlo porque realmente no lo es. Que estemos ahí a día de hoy es porque estos tíos vienen cada día como tigres y vamos a los partidos sin ningún respeto a competir contra gente que es mejor que nosotros».

Por eso el Nava se vende como un fenómeno contracultural, un David contra Goliath. «Venimos a entrenar todos los días para buscar las vueltas y poner un poco más atractiva la liga, que el bueno no gane siempre al pequeño. Intentaremos romper esa regla de que el último que llega es el primero que desciende». En cuanto a la receta, habla de tranquilidad, de paciencia. «Que los jugadores tienen que disfrutar, ellos son los protagonistas».