El Nava gana al Recoletas en un amistoso con muchas lecciones

Con todas las medidas de seguridad, cumpliendo escrupulosamente los protocolos, pero con público y entre ellos, el seleccionador nacional Jordi Ribera. Aún con todas las restricciones, un derbi es un derbi, aunque sea un amistoso, que en ocasiones resultó más intenso que un partido de Liga. Por momentos no dio la impresión de ser un partido en el que los jugadores de ambos equipos se dejaran llevar. Se lo tomaron muy en serio durante los 60 minutos. Las conclusiones finales fueron positivas.

En el fondo, no dejó de ser un partido de preparación, de esos que los técnicos aprovechan para probaturas, sistemas (como las defensas abiertas planteadas en algunos momentos por los vallisoletanos), para ver jugadores nuevos. De los que sirven para corregir errores. Y siempre queda la satisfacción de la victoria, aunque los dos equipos se encuentren todavía en dase de a acoplamiento y adaptación. Lo bueno será cuando empiece la temporada. Palabras mayores.

En esta ocasión la fortuna sonrió al Viveros Herol BM Nava (31-20) y las sensaciones que quedan al final son bien diferentes para el equipo que gana que para el que pierde. Tras una primera parte de alternativas. Empezó bien el conjunto navero, que tuvo la ausencia de su portero Yeray Lamariano; anotó sus dos primeros goles por medio de Jorge Silva. Bien en defensa, el conjunto navero llegó a ponerse con un 4-1 en el marcador. Sin embargo, el Recoletas Valladolid logró también ajustar su esquema defensivo para empatar el partido (4-4) La primera vez que el conjunto vallisoletano se puso por delante en el marcador fue en el minuto 13 (5-6). Una serie de errores y buenas acciones al contragolpe de los vallisoletanos permitieron que se escaparan en el marcador (8-12), pero el conjunto navero, más asentado en la cancha, fue poco limando esas distancias hasta llegar al empate a 15 con el que se llegó al final de la primera parte.

Ese equilibrio se mantuvo también en los primeros instantes de la segunda parte. Los dos equipos se emplearon a fondo, sin escatimar ni un gramo de músculo ni de protesta cuando no salían bien las cosas. Nava rompió el partido con un resultado a su favor de 24-21. Una buena defensa y un contragolpe local permitió al conjunto navero adquirir mayor distancia (27-21), pero el Atlético Valladolid no estaba dispuesto a irse del partido; apretó las dientes y trató de aguantar el tipo, mejorando su defensa 5:1 Lo consiguió porque entró en los últimos cinco minutos con solo dos goles por debajo (30-28). Con 30-29, Adrián sufrió una exclusión que dejó a su equipo un tanto mermado en esos últimos compases en los que Nava supo mantener la cabeza fría, controló sus acciones para ganar (31-29), la primera victoria de esta pretemporada. Lo peor, los golpes que sufrieron Simenas y Turrado.

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Los técnicos, satisfechos

Diego Dorado, entrenador del Viveros Herol BM Nava, valoró la victoria y el encuentro, «intenso, nosotros queremos competir a la máxima tensión posible, ellos también y todos al final queremos ganar. No parecía amistoso, pero he quedado muy satisfecho, no solo con el resultado, que evidentemente competimos para ganar. El trabajo que venimos realizando ha sido equilibrado en la pista y vamos progresando, que es lo importante». Esas son sus conclusiones, de progreso, «de que estamos entrenando muy bien y quizás nos faltaba en los test anteriores transmitir ese trabajo en la pista. Creo que ha sido el primer día en el que hemos sido capaces de ser constantes». Lamentó que no hubiera más aficionados en el pabellón «porque tenemos una afición maravillosa».

David Pisonero, entrenador del Recoletas Atlético Valladolid, calificó que había sido un partido «muy bonito de ver, muy chulo, no parecía un encuentro de pretemporada», y apuntó que había sido un choque con muchas fases. «Planteamos el partido antes de empezar, continuando con nuestro plan pasase lo que pasase y creo que es lo mejor que hemos hecho porque ha habido muchos momentos complicados, hemos aprendido mucho de esto, seguro que el vídeo es bueno y a estas alturas ver a dos equipos así es bastante bueno para todos».

Lamentó que no hubiera más aficionados en el pabellón, «seguro que sí, Nava es un sitio de balonmano, pero es lo que tenemos». Pisonero añadió que sacó muchas conclusiones positivas, «sobre todo en defensa, con muchos minutos buenos, era un test para nosotros muy bueno marcado en el calendario para marcar nuestras pautas de trabajo».