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El momento decisivo del breve transcurrir del Viveros Herol Nava este curso es el gol con el que el Atlético Novás, líder del grupo que comparten en División de Honor Plata, se llevó los puntos de Nava de la Asunción el sábado de sus fiestas ... patronales. La herida siguió sangrando una semana más, con un empate en Aranda de Duero. La interpretación del club y de su entrenador, Álvaro Senovilla, es que el parón que dejó sin competir al club en las siguientes cuatro semanas ha podido venir bien. Porque la herida parece cerrada y el grupo, con muchas caras nuevas, está más cohesionado.
«Nos ha ayudado a ir conjuntándonos. Hemos aumentado tanto el nivel físico como el rendimiento sobre la pista. Todos vamos un poquito más cómodos y nos vamos conociendo más; ya llevamos tres meses juntos», subraya el técnico, que habla del paso del tiempo y del trabajo duro, una fórmula que se enfrentará esta noche (20:00 horas) a un nuevo test en Zamora, un viejo conocido en horas bajas. «Lo que hace un parón largo es que si sigues exigiéndote como equipo se tiene que ver reflejado en el siguiente partido».
Así fue. La abultada victoria ante el Boadilla (42-21) ha subido la moral en las filas naveras. «Es lógico que después de una victoria tan clara el equipo coja confianza en las cosas que hace, que van teniendo forma en la pista. Durante la semana se va notando que el equipo responde muy bien a la preparación del siguiente partido».
La inercia positiva hace que todo sea más fácil, una ayuda que nunca sobra, por más que el siguiente rival sea el colista, un Zamora que vive un inesperado declive. «Es un equipo con jugadores de contrastada calidad, de mucha veteranía dentro de la categoría. Quizás no han tenido un buen comienzo de liga, pero no hay que engañarse con el tema de los números y las posiciones en la tabla porque queda mucho por delante». Los números dicen que el Zamora ha perdido sus cuatro partidos y que su diferencial de goles a favor y en contra es de -47, un drama para un club que militó hace no tanto en Asobal.
El lema es que un partido en Zamora es siempre peligroso. Senovilla alerta con las variantes defensivas del rival castellano entre el 6:0 o un 5:1, con el jugador avanzado unas veces más pequeño y otras más grande. También plantea opciones más arriesgadas como un 3:3 en defensa o vaciar la portería para atacar siete jugadores contra seis en situaciones de igualdad numérica. «Hay que estar muy concentrados. Si no estás atento, puedes sufrir para conseguir los dos puntos», alerta en técnico, que no considera del partido que ambos equipos disputaron en pretemporada como referente. Jortos, el capitán, está lesionado para lo que queda de temporada.
Senovilla define al Zamora como un equipo que mantiene una base parecida a la de la temporada pasada, con incorporaciones como Nacho López y referentes como Jaime, al que el técnico señala como uno de los mejores extremos derechos de la categoría. La defensa, diezmada, cuenta con referentes como Fernando o Guille. «Diga lo que diga la clasificación, para mí es un equipo muy respetable. Ir a Zamora a puntuar es un reto muy importante».
Senovilla no esperaba ver al Zamora como colista. «En una competición tan igualada donde cada partido es tan abierto, hay alguien que tiene que estar abajo y equipos que tienen que estar arriba. Y no se sabe a priori lo que puede pasar, son discusiones de bar». En resumen, que la competición pone a cada uno en su sitio; por lesiones, por el momento en el que llegan o por la resistencia anímica del grupo. «Hay equipos que empiezan muy bien y aprovechan esa ola del principio para intentar conseguir puntos. Y luego cambian». Esa es la esperanza respecto al Atlético Novás, el único club que suma sus cinco partidos por victorias. Por detrás, San Pablo Burgos y Amenábar Zaratuz, con seis puntos y una derrota. El Nava es cuarto con cinco, virtud de dos victorias, un empate y una derrota.
Los tropiezos en las primeras jornadas han reducido el margen de error de los segovianos, que empezaron el curso como máximos favoritos al ascenso a Asobal: si sumar los dos puntos en Zamora no es una obligación, se parece bastante. «Nuestra idea es afrontar cada partido con la idea de ganarlo, tanto en nuestra pista como fuera. Por las horas que le metemos al trabajo. Obligar es decir mucho porque la exigencia siempre viene del propio equipo, pero sí estamos obligados a intentar dar el máximo los 60 minutos». Fiel creyente de los entrenamientos, el técnico cree que replicar la pizarra en competición asegura la victoria. «Si lo damos todo, nos puede ir bien».
Senovilla cuenta con la plantilla en plenas facultades para el desplazamiento, con Andrés Vila, que debutó el pasado sábado, en la fase final de su recuperación. «Está empezando ahora a integrarse en el grupo».
La sangría con la que el Nava se impuso al Boadilla en un partido que ganaba 24-6 al descanso no es la primera paliza que vive esta temporada la División de Honor Plata. Ya en la primera jornada, el propio Zamora cayó 43-26 en Zarautz. Con todo, Senovilla no cree que el duelo de hace siete días ponga en duda la igualdad de la categoría. «Es una victoria un poco irreal. Boadilla estaba compitiendo en todos los partidos. Nosotros también hicimos un esfuerzo para mantener esa intensidad, ir consiguiendo parciales positivos. Lo que puso sobre la pista es el potencial que puede tener este equipo si rinde al cien por cien».
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