J. C. Cristóbal
Domingo, 14 de abril 2024, 19:02
Huerta del Rey fue una fiesta, con docenas de chavales correteando por el parqué al término del partido, unos haciéndose fotos con sus ídolos, otros lanzándose pelotas en las porterías, todos brincando con los gestos de felicidad que dejó un gran partido de balonmano, alegres ... los anfitriones vallisoletanos con su victoria y resignados los visitantes segovianos con su derrota. La terna ley del deporte.
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La cita se anunciaba igualada con solo echar un vistazo a la clasificación y con ver la referencia del partido de la primera vuelta en Nava (23-22); sin embargo, en el global de los sesenta minutos, el Recoletas fue claro dominador, siempre por delante en el marcador desde el ecuador del primer parcial, su margen final de tres goles fue de los más estrechos de la mañana, llegándose a alcanzar ventajas de hasta siete tantos (23-16) con el minutero ya muy avanzado.
Recoletas Atlético Valladolid
Nagy (p. 9 paradas), Dimitrioski (2), Rosell (0), Camino (3), Calle (2), Manu García (2), De Toledo (4) y Dimitrievski (1p)- siete inicial-; Pipe García (p), Lima (4), Freitas (5), Álvaro Martínez (7), Miguel Martínez (2), Martínez Ayres (0) y Herrero (0).
32
-
29
Viveros Herol BM Nava
Patotski (p), Méndez (3), Nevado (5), Ahumada (5, 2p), Marugán (0), Isaías Guardiola (0) y Gedeón Guardiola (3) –siete inicial-; De Vega (p), Moyano (3), Vila (0), Dani Pérez (3, 1p), Palomeque (0), Carró (3), Prokop (3), Roberto Pérez (1) y Herranz (0).
Marcador cada 5 minutos: 2-2, 5-6, 9-6, 12-11, 13-12, 16-12 (descanso); 19-15, 22-15, 24-19, 26-23, 29-26 y 32-29 (final).
Árbitros: García del Salto y Huertas Herrador. Amarillas a los banquillos del Recoletas Valladolid y del Viveros Herol Nava. Exclusiones por dos minutos a Freitas (min. 17), Calle (min. 32), Martínez Ayres (min. 32); Carró (min. 29), Ahumada (min. 33), Prokop (min. 40) y Nevado (min. 50).
Incidencias: Polideportivo Huerta del Rey. Jornada 25ª de Liga Asobal. El saque de honor inicial lo dio un agente de la unidad canina como homenaje por los 200 años de la Policía Nacional. Los jugadores del Recoletas portaban una pancarta que decía: «¡Ánimo Piso y Maldonado!
La cordialidad del duelo regional duró lo que tardaron en palmearse las manos como saludo los jugadores de los dos equipos, también en lo que cogieron los dedos el tacto a la pelota, con algunas pérdidas iniciales que provocaron alternativas en el marcador, con más iniciativa en el Nava gracias al acierto inicial de su lanzador Mario Nevado; tuvo una contra para marcharse con dos goles de ventaja, estrelló la contra la madera, y la madera sonó como un cornetín para el Recoletas, que convirtió su uniforme azul en el añil de los monos de trabajo, apretó en defensa por dentro, incomodó el tráfico navero en busca de Gedeón Guardiola, el legendario pivote internacional de 40 años, la zaga se sintió más segura con Nagy en sus espaldas y cortó y corrió para, ponerse por delante, conseguir una buena renta de ahorro, hormiguita hormiguita, pasar del 5-6 al 9-6 con muchos minutos del Nava de secano y administrar la primera trampa que abrió la exclusión de Freitas, Pisonero ordenó un ataque de seis con la portería abierta a los cuatro vientos y, aunque costó algún gol a placer, el Recoletas apretó el colmillo para seguir por delante y para estirarse cuando la tormenta de los dos minutos sacudió el barco contrario, el de un Nava que se desorientó, que obligó a Senovilla a pedir un tiempo muerto sin poder evitar que el camino a los vestuarios fuera con cuatro goles de diferencia (16-12).
El partido pareció visto para sentencia casi nada más arrancar la segunda parte. Con el Nava tocado y el Valladolid lanzado tras una contra (18-12), el heraldo vino a recordarnos que los partidos duran sesenta minutos, no treinta y dos; la intensidad defensiva conlleva el riesgo de que te levanten la mano con dos extendidos, y Calle y Martínez Ayres se fueron al banquillo en apenas once segundos, una inferioridad que coincidió con un penalti fallado por Dimitrievski y que anunciaba una zozobra con el parcial de 0-3 que se quedó ahí porque el Recoletas reactivó su espíritu defensivo, de hormiga ahorradora pasó a hormiga gladiadora, y recuperó su crédito con robos de balón y salidas explosivas hacia el marco contrario. El Nava ya ni corría hacia atrás. Prokop mostró su impotencia con un fuerte golpe a De Toledo y Nagy intimidaba las contras segovianas, con tiros que no encontraban portería para evitar las aspas del húngaro.
Pero ahí apareció el orgullo del Nava, Nevado reencontró su minuto de gloria, se vio acompañado por el brazo izquierdo de Moyano; la renta de siete goles se quedó en tres, Pisonero cortó la hemorragia con un tiempo muerto, y la buena conexión entre Freitas y Álvaro Martínez sostuvo la ventaja del Recoletas, con los brazos firmes, bien arriba, para taponar los agónicos intentos del Nava de entrar al minuto final con esperanzas de pelear por el empate.
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