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El Recoletas Atlético Valladolid se quedó sin opciones en León durante la segunda parte, cuando el único central del equipo, Borja Méndez, se lesionó. Eso sentenció a las huestes de David Pisonero. Hasta ese momento había igualdad en el marcador, pero ya sin el gallego, ... que tuvo que ser asistido por la fisio del equipo en su hombro, el equipo vallisoletano naufragó en ataque frente a un Abanca Ademar que olió la sangre y que amplió su renta hasta los diez tantos, en un tramo final en el que el Recoletas lo intentó pero no pudo competir frente a un Ademar sólido atrás, con un excelente Bomastar bajo palos (15 paradas) y con mayores recursos que su oponente. La lesión de Méndez puede ser ya el acabose para una plantilla seriamente perjudicada por las bajas.
Ademar
Bomastar (15 paradas), Jin-Young (3), Jaime Fernández (5, 3p), Virbauskas (4), Gonzalo Pérez (5), Semedo (3), Santista (3) -equipo inicial-, Casqueiro (4), Boskos (4) y Liapis (2).
34
-
26
Recoletas
César Pérez (9 paradas), Dani Pérez (1), Méndez (4), Patrianova (4), Miguel Martínez (4), Fischer, Manu García (2) -equipo inicial-, Álvaro Martínez (6, 1p), Roki (2, 1p), Miguel Camino (2), Ramos (1), Basualdo, Casares y Lamariano (1 parada).
Marcador 1-2, 5-5, 7-8, 11.9, 14-12, 15-15 (descanso); 18-16, 20-16, 21-19, 24-20, 29-23 y 34-26.
Árbitros Fernández Molina y Murillo Castro. Excluyeron dos minutos a los locales Jin-Young, Boskos, Virbasukas y Semedo, y al visitante Fischer.
El derbi regional llegaba con dos situaciones distintas en ambos bandos. Un Ademar irregular y por debajo del vecino en la tabla clasificatoria y un Recoletas lastrados por las numeroesas bajas que arrastra. Era un duelo de máxima rivalidad entre dos equipos con problemas, pero con ganas de hacerse con dos puntos que ambos necesitaban para marcar distancia con la parte de abajo de la tabla. Los vallisoletanos, además, con la intención de sumar su primer triunfo en el Palacio de Deportes después de cinco visitas finalizadas en derrota. Tampoco esta temporada iba a cambiar la dinámica.
El inicio fue un poco correcalles. Dos equipos con errores de pase y lanzamiento, con Bomastar parando casi todo lo que le lanzaban los vallisoletanos y evitando que los visitantes abrieran una brecha amplia. Mínimas diferencias e igualadas. Los valliosletanos llegaron a coger dos goles de renta. Gonzalo Pérez demostraba el porqué está en la órbita de los Hispanos, siendo el principal estilete ofensivo de los locales.
Pero el Recoletas se bloqueó. Erró un siete metros y estuvo espeso en ataque pese a disfrutar de la primera superioridad del encuentro. Aprovechó el Ademar para abrir una brecha de tres tantos (12-9) en un santiamén. Algún despiste defensivo permitía el contragol de un siempre bullicioso Gonzalo Pérez Arce.
Ni en defensa ni en ataque, los de Manolo Cadenas incluso ampliaron hasta cuatro goles (14-10), pero el Recoletas reaccionó bien para recortar con un parcial de 0-4 que volvió a poner las tablas en el marcador. Y es que con empate a 15 se llegaba a final de los primeros treinta minutos. Igualdad máxima.
El Recoletas salió dormido y el Ademar con una velocidad más, lo que provocó que los leoneses se fuesen de cuatro goles (20-16). Problemas en ataque de los visitantes que no estaban finos. Además, los de Pisonero perdían a su único central, Borja Méndez, que tuvo que irse al banquillo con patentes muestras de dolor en su hombro derecho. Más problemas, aunque los gladiadores azules consiguieron que la renta del Ademar no fuese a más e incluso bajase hasta los dos tantos (20-18), con Miguel Martínez de improvisado central. Pero Ademar aprovechó la coyuntura para volver a marcharse cuatro tantos, lo que provocó el tiempo muerto de Pisonero. Su equipo estaba tocado. Ademar llegó a su máxima renta hasta el momento, cinco goles (24-19).
El Recoletas recurrió a lo que tan bien le suele ir, una defensa adelantada para romper el ritmo de los locales. Pero ni por esas. Ademar fue aumentando la renta. Probó con dos pivotes para intentar paliar la falta de un central puro. Que por variantes tácticas no es en un conjunto con bastantes variaciones en su juego, obligado casi siempre por las bajas. Con ese panorama, el encuentro entró en los últimos minutos prácticamente decidido con una diferencia que alcanzó los diez goles (33-23, min, 58). Al final, 34-26 para un Ademar que, con el viento a favor en la segunda parte, sentenció el choque.
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