Dos derrotas en las dos primeras jornadas de la Liga Plenitude Asobal. El Recoletas Atlético Valladolid, que se fue al parón mundialista con los mismo trece puntos que tiene ahora en su casillero, no ha arrancado bien. Entre los motivos, la baja de sus dos ... extremos zurdos. Manu García, que fue de operado de su rodilla maltrecha, ha dicho adiós a la temporada. El italiano Nicolo D'Antino, este con una osteopatía de pubis que se produjo con su selección, es baja por tiempo indeterminado. Hablamos del máximo realizador de los gladiadores azules, certero lanzador de siete metros y finalizador en primera oleada de los contraataques. Vamos, un pilar del equipo que se ha venido abajo por la dichosa lesión.
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¿Por qué es tan necesario un zurdo? Porque el Recoletas suele finalizar sus acciones habituales de izquierda a derecha. Jorge Serrano fue el máximo anotador en las últimas campañas. Un extremo zurdo y destacado finalizador. D'Antino, cedido por el BM Nava, asumió el rol que tenía el madrileño y en la primera vuelta fue uno de los destacados. Su inoportuna lesión ha montado un buen lío. Toca introducir variaciones tácticas para intentar salir del paso.
El técnico David Pisonero ha dejado claro que es necesario reforzar la posición. La dirección deportiva ha hecho su trabajo y ahora está en el tejado de la directiva. Los recursos económicos están muy justos y en este club nunca se va a poner en peligro el futuro de la entidad por hacerse con un fichaje. El perfil que se busca es el de un joven jugador que pueda ayudar y progresar en el equipo. No parece fácil alinear los planetas para que el ansiado extremo llegue.
Por el momento, Pisonero se ha visto obligado a tirar de pizarra. Nadie puede negar que el vallisoletano tiene ya experiencia en buscar soluciones tácticas con las que salir al paso de este problema. Ha colocado a un diestro, Dimitar Dimitrioski, en la derecha e incluso ha dado minutos al juvenil Falcucci, un jugador todavía por hacer en el horno del Atlético Valladolid. Parches que no funcionaron en Cuenca, donde el equipo, por primera vez en esta temporada, se olvidó de competir.
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Ante Huesca, en un partido en el que era necesario sumar los dos puntos, el equipo no dio la talla. El técnico pudo recuperar a Miguel Martínez, lejos todavía de su mejor versión después de cuatro meses y medio parado por su lesión de hombro. Pisonero lo reubicó en el extremo y el jugador zurdo cumplió, aunque no hay que olvidar que es un lateral y haya hecho sus pinitos en el ala.
Solo queda esperar a que D'Antino vuelva a estar en condiciones de jugar de nuevo o que los Reyes Magos, con bastante retraso, le regalen al entrenador del Recoletas un extremo zurdo del que pueda sacar provecho.
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Está claro que hay plantilla para evitar sustos, pero las derrotas, si se acumulan, pueden pesar como losas. Toca remar todos en la misma dirección y alejar a la nave de la tormenta que se vislumbra en el horizonte.
Si David Pisonero lo considera adecuado, Henrique Petter puede regresar a la convocatoria el próximo domingo (12:30 horas) en Puente Genil después de superar su lesión. El próximo sábado 25 de febrero, el equipo vallisoletano recibirá al Bidasoa (18:00 horas). El partido de Copa del Rey contra Cuenca se jugará en Huerta del Rey el jueves 16 de marzo, a las 20:30 horas.
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