Javier Zalama, pasión por el balonmano

El balonmano vallisoletano sigue en shock. Javier Zalama Martín ha fallecido a los 24 años. Este estudiante de Comercio en la Universidad de Valladolid había jugado en algunos de los clubes más representativos del 40x20 local. BM Valladolid, Lourdes, UVa o Aula fueron los equipos de los que vistió su camiseta. Hijo único de Javier Zalama y Sofía Martín, siempre demostró una autentica pasión por este deporte. Su paso por estos equipos dejó huella en sus compañeros, entrenadores y directivos.

La noticia de su muerte cayó como una bomba en el balonmano vallisoletano. La onda alcanzó a este deporte en otras zonas del territorio nacional. Las redes sociales echaban humo el pasado miércoles para mostrar el apoyo a la familia, amigos y clubes en los que había militado durante estos años. La Delegación Vallisoletana de Balonmano ha dispuesto que el próximo fin de semana se guarde un minuto de silencio en todas las pistas de la provincia en memoria de Zalama.

Su pasión por este deporte le vino desde niño (antiguo alumno del colegio Safa-Grial). Pasó por las categorías del desaparecido BM Valladolid. Nacho González, actual técnico del BM Burgos, lo recuerda aunque no lo entrenase de manera directa. Un lateral izquierdo con buen físico y con capacidad para ir hacia dentro. Un chaval al que le gustaba sobremanera el balonmano.

Luego pasó al Lourdes en categoría juvenil. Era la última temporada del BM Valladolid y el club no tenía jugadores para formar un equipo. Ante la posibilidad de quedarse en la estacada y sin poder jugar, fichó por el club colegial. Allí coincidió con Paco Ollero, actual gerente del Atlético Valladolid, que fue su entrenador esa temporada. «Era un buen jugador. Un chaval encantador y el extrovertido del grupo», rememora.

Y de ahí dio al salto a Primera Nacional en las filas del Universidad de Valladolid, del que el Lourdes era filial, donde se batió el cobre durante tres temporadas enrolado en el equipo dirigido por Tinín Alonso.

Su última campaña la disputó con los colores del Aula Valladolid UEMC. Buena temporada y una de las piezas que ayudó a que el cuadro de Pajarilllos soñase con el ascenso a Primera Nacional. El equipo se clasificó para la final a cuatro que iba a tener lugar en Nava de la Asunción, donde les esperaban el Hand Vall Valladolid, el Bodegas Vetusta Villa de Aranda y el equipo anfitrión. No pudo ser y los naveros lograron el objetivo. La temporada acababa y los jugadores del Aula quedaron emplazados para la campaña siguiente.

Javier Arriaga, técnico del Aula, recuerda con cariño a Javier. «Era un buen chaval, muy noble. Nos ayudó mucho a que pudiéramos alcanzar la final a cuatro», señala.

Pero una cruel enfermedad se cruzó el pasado verano en la vida de Javier Zalama. Sus planes de aprovechar la beca Erasmus en la ciudad lusa de Coimbra se quedaron en el olvido cuando se le diagnóstico un tumor cerebral muy agresivo. Luchó contra él con el apoyo de su familia, pero la enfermedad terminó dolorosamente por imponerse. El próximo 11 de abril habría cumplido 25 años.

Su amiga María Basterra le dedica estas palabras de despedida: «Eras tan grande como el corazón que tienes y el vacío que dejas. No te haces una idea de lo que se te va a echar de menos, aun ni lo concibo. Todavía no me cabe en la cabeza como una persona tan tan buena, sino la mejor que he conocido nunca, se vaya tan pronto. Lo único que me consuela es esta reflexión sobre los perros, que leí hace tiempo, y creo que se te aplica a la perfección: 'La gente viene al mundo para aprender cómo vivir una buena vida, cómo amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas... Bueno como tú y los perros ya sabéis cómo hacer todo eso, no hace falta que os quedéis tanto tiempo con nosotros'. Ojalá veas desde donde estés lo mucho que te quiere todo el mundo y lo orgullosos que estamos los que te conocimos de verdad de haber disfrutado de ti».

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