Golpe de autoridad del Nava

El triunfo les sitúa como líderes, aunque el Novás tiene más puntos de cara a la segunda fase –ocho en cinco partidos por cinco de los segovianos en cuatro– y voltea la diferencia de goles particular, así que los de Nava de la Asunción estarían por delante si ambos equipos, que ya no volverán a verse las caras, empatan a final de la segunda fase.

Hay partidos para dejar a un lado la equidad y ceder su desenlace a los pesos pesados. Los cinco primeros goles del Nava los anotaron Prokop y Moyano, toda una declaración de intenciones. El otro pilar ha sido Patotski, un metrónomo en portería; molestando, tocando, parando. Su goteo de intervenciones ha frustrado al Novás. Su puesta en escena ha sido clave para que el Nava no pagase sus primeros errores, con tres pérdidas en los cuatro primeros minutos.

La mejor versión de los dos laterales naveros es un tsunami para cualquier defensa, también para la mejor de Plata, pues esta pareja trasciende la categoría. En un suspiro llegó el primer acelerón visitante; lanzamiento cómodo de Moyano –no se puede defender a todos–, transición letal de Prokop y un pase bien filtrado a Carró para que el pivote, que se giró a la perfección, pusiera el 3-6.

Era un partido en el que cada posesión contaba, por eso Dani Pérez se lanzaba a por un balón suelto como si estuviera en un frente de batalla. Y la defensa del Novás hacía acrobacias para desviar un balón que buscaba al extremo liberado. Los dientes ya estaban afilados.

El Nava, muy sólido con su 6-0 en defensa, se había colocado a un episodio de gestar su primera fuga. Hubo dos factores que lo impidieron: la lucha generosa del Novás y alguna desconexión evitable visitante, como un lance en el que Prokop se echó las manos a la cabeza al ver cómo los árbitros no señalaban una exclusión clara a los locales. A esa acción siguieron dos pérdidas del Viveros Herol y dos goles de los gallegos, que sin darse cuenta tenían ataque para empatar el encuentro.

El Nava ha asumido el papel de equipo grande y ha apretado a cada lance. Smetanka aportaba alguna variante ofensiva más a un ataque que empezaba a ser previsible. Lloria ha firmado ante él una doble parada de relumbrón; primero, el penalti, y después el rechace. El eslovaco ha hecho un partido de entidad para la responsabilidad del puesto de central a sus 20 años. La ruptura la ha liderado su compatriota, ajusticiando en transición y superando al portero en seis metros con un golpe precioso de muñeca.

El Novás estaba contra la lona cuando un golpe aparatoso sobre Prokop –la única forma de pararlo– propiciaba una exclusión y un penalti para poner al Nava seis arriba. Lo falló Marugán. En el siguiente lance, le tocó a Dani Pérez, el tercer lanzador de la tarde, que también erró. Así las cosas, el cuadro segoviano se fue al descanso con uno de cuatro en penaltis mientras Pedro Aymerich anotaba los tres de los locales.

El Novás se fue vivo y lo aprovechó. De aquella opción de los naveros de marcharse por seis tantos de ventaja se pasó a que los locales tuvieran bola para empatar tras un parcial de 5-0, paso por vestuarios mediante. Yago Santomé mandó fuera esa bala de plata y el Nava se recompuso con otro zarpazo ofensivo con dos transiciones culminadas por Dani Pérez, aprovechando el buen trabajo de su defensa. El buen momento lo acompañó Carró con otro giro de bailarín en seis metros y Roberto Pérez con un lanzamiento de cadera en pasivo. Los locales volvían a estar con el agua al cuello (17-22).

Pero el Novás siempre tiene una vida en la recámara y volvió al encuentro aprovechando dos porterías vacías del Nava en inferioridad. Los segovianos siguieron abriendo puertas a la remontada. Dos fallos de los extremos en seis metros y la pesadilla de los penaltis hicieron el resto. Continuó el desfile de lanzadores sin éxito. Falló Villagrán. Falló Bernabéu. Y el marcador congelado en 23-25, un partido en el alambre. En esas, Prokop puso fin a una secuencia de cinco penaltis visitantes errados y devolvió los tres goles de ventaja para los segovianos.

Poco después, Moyano ajusticiaba la portería vacía gallega. Cuatro tantos por encima a cinco minutos por jugar. El eslovaco marcó su último golazo de la tarde de este sábado con un tiro cruzado que ponía fin al suspense y dejaba al Atlético Novás sin más vidas para seguir la partida.