El filial de Balonmano Nava logra el ascenso de categoría

Porque la primera mitad arrancó difícil, con una defensa rival muy fuerte y un ataque del Leche Mesenor bastante espeso. Fue llegando al primer cuarto de hora cuando las cosas se entonaron, se apretó la defensa y el equipo comenzó a coger velocidad de crucero. Porque la clave iba a estar ahí: en apretar defensivamente muy duro y salir rápido. Las buenas acciones de Marugán se vieron empañadas por unos minutos finales en los que dos exclusiones consecutivas mermaron la capacidad defensiva navera. Al descanso, el partido se marchaba con una diferencia de un gol para los de casa merced a una buena acción de Pablo Hernández, 15 goles contra 14.

La segunda parte fue llevando, más o menos, el mismo guión. Defender fuerte y correr era la pauta y, aunque por tramos el partido quedó determinado por la excelente actuación de los dos guardametas, la diferencia de calidad y de físico se iba imponiendo. Sobre todo cuando, en los cinco últimos minutos, Casetas tuvo que exponer y partir su línea defensiva para salir a obstaculizar la construcción navera. Ahí se abrieron vías de agua que los muchachos del filial acribillaron para desesperación de un entrenador rival que, en lugar de tirar la toalla, faltando menos de tres minutos extrellaba la pizarra contra el suelo sabedor de que todo el esfuerzo era vano.

El pabellón, como en el caso del primer equipo, terminaba siendo absolutamente decisivo por el ambiente generado, que supo arropar a las jóvenes promesas de Balonmano Nava en los peores momentos del torneo, que los hubo. Al final, tras Nava el segundo clasificado del torneo fue el equipo catalán de La Salle, tras los cuales quedó el Balonmano Casetas y, en último lugar, el Calasancio. De nuevo, por segunda vez en apenas una semana, se cantaba a voz en grito sobre la cancha y en el graderío de la arena navera 'El Rey'.

El presidente del club, Julián Mateo, que ha vivido toda la fase de ascenso sentado en el palco junto a Zupo Equisoain, resumía al final del partido: «Llevamos tres años peleando por subir a esta Primera Nacional, que es un salto intermedio hacia la Liga Asobal. No es un sueño, es una filosofía nuestra de querer llegar, un futuro». Y si el presidente estaba exultante, el entrenador del equipo, Carlos Colomer, rebosaba alegría. «Ha sido un fin de semana increíble desde el partido del viernes, que fue espectacular cómo rindieron; los dos primeros partidos hemos estado cinco y seis abajo, pero hemos sabido sufrir y remontar», comentaba. Y todo ello gracias a dos factores fundamentales, el ambiente, el primero: «Nava de la Asunción es balonmano y se vive como el deporte rey. Se vuelcan con el equipo», comentaba Colomer. Y el segundo, Paco Bernabéu reforzando al segundo equipo. «Tenía que darnos ese plus en los momentos más complicados. Ha sido increíble su actitud desde el primer entrenamiento de esta semana», señalaba de nuevo un entrenador que cierra un año casi perfecto.