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elías fernández (ADG)
Santander
Sábado, 2 de octubre 2021, 23:31
El Balonmano Nava Viveros Herol no pudo estrenar su casillero de triunfos como visitante, pese a que parecía una ocasión propicia al acudir a la pista de un adversario que aún no había puntuado. Las buenas sensaciones transmitidas hasta ahora por los pupilos ... de Zupo Equisoain no tuvieron continuidad en La Albericia, donde el equipo navero fue siempre a remolque. Enfrente se presentó un Unicaja Banco Sinfín urgido por las tres derrotas y por los puntos sumados de forma sorpresiva por rivales directos por la salvación y obligado a darlo todo para evitar agravar su situación.
Tras los primeros diez minutos de igualdad y alternativas en el marcador, el 5-1 defensivo del conjunto santanderino comenzó a atragantársele el ataque del cuadro navero que, con Felipe Mota como director de orquesta, veía cómo la movilidad de los defensores del Sinfín provocaba errores en los pases y pérdidas con las que salían los cántabros en rápidas transiciones hacia la portería de un sobrepasado Patotski.
La defensa 6-0 de Nava, con Gonzalo Carró y Tsanaxidis en el centro, se las veía y se las deseaba para frenar los lanzamientos desde nueve metros de Javi Castro y Diógenes Cruz, con los que los pupilos de Víctor Montesinos fueron abriendo brecha en el marcador, hasta llegar a contar con una máxima ventaja de seis goles, 12-6, a falta de algo menos de cinco minutos para llegar al intermedio.
Como dato que deja bien a las claras el colapso ofensivo del conjunto segoviano en la primera parte, baste mencionar que en los quince minutos que transcurrieron desde el diez al veinticinco, el Viveros Herol únicamente fue capaz de anotar dos goles. Imposible ganar así. Zupo tuvo que parar la hemorragia y realizar cambios para intentar modificar el decorado del encuentro. Dio paso en la portería a Pleh, a Carlos Villagrán para dirigir las operaciones ofensivas y a Djukic en el lateral para intentar lanzamientos desde nueve metros.
Los cambios aportaron algo más de claridad en ataque, convirtiéndose Djukic, con cuatro goles casi consecutivos, en una amenaza para la defensa local, que ya tenía a alguien a quien intentar atar en corto. En cambio, en la retaguardia no logró el resultado deseado y tras el cuarto gol de Djukic, que situaba el 15-10 a medio minuto para llegar al intermedio, una buena defensa elevó la moral del Nava antes de emprender el camino hacia los vestuarios.
Tras el intermedio, Equisoain sorprendió sentando a un inspirado Djukic, que no volvió a aparecer en pista hasta los últimos minutos del encuentro, y el equipo lo pagó. Mientras, en defensa se mantenía el 6-0, con Gonzalo Carró y Tsanaxidis en el centro, y el ataque continuaba contando con la dirección de Carlos Villagrán. Aunque el reinicio parecía que iba a suponer un cambio en la dinámica del juego, con los goles de Prokop y Vujovic, que situaban un esperanzador 14-11, todo fue un espejismo.
Diógenes Cruz martirizó una y otra vez con sus lanzamientos desde los nueve metros y, cuando no era el brasileño, era Lon en seis metros. Volvió a estirar la ventaja el Sinfín, que además contó con la aportación de Ernesto en la portería, que en la segunda mitad, además de detener tres lanzamiento de siete metros, sacó también alguna contra clara en seis metros a Gonzalo Carró, que desesperó a Zupo Equisoain.
Zupo hizo una última intentona para tratar de meter a su equipo en el partido con el regreso de Patotski a portería y un cambio defensivo que, en primera instancia sorprendió al cuadro local, situando una doble defensa individual de Marugán sobre Cruz y de Prokop sobre Javi Castro, lo que propició un par de pérdidas en ataque del Sinfín con las que recortó levemente la desventaja para situarse 26-21 en el minuto 52.
Pero no era el día del Viveros Herol, que desperdició tres lanzamientos desde siete metros ante un inmenso Ernesto, que levantó a los aficionados de sus asientos tras detener el tercer penalti de la tarde tras un lanzamiento de Prokop, quien, en la segunda parte, tomó la responsabilidad en ataque de la escuadra segoviana.
Como último recurso, con el partido prácticamente sentenciado, Equisoain retiró al portero para jugar con siete en ataque los últimos minutos. Pero ni con esas el equipo navero encontró soltura y claridad en sus ataques. El encuentro finalizó con una dolorosa derrota por 30-24 en el peor partido de los hombres de Zupo Equisoain en este arranque liguero. La única buena noticia es que el equipo vuelve el martes a la acción, en casa y ante un rival al que le tienen ganas como es Ademar. Querrán demostrar que este partido no dejó de ser un accidente.
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