Déjà vu en el balonmano vallisoletano

Esto disparó todas las alarmas. Los protocolos se pusieron en marcha y los partidos pendientes se aplazaron. El Aula suspendió su visita al Atlético Guardés –ahora hay serios problemas para hallar una nueva fecha debido a que las gallegas juegan competición continental– y tuvo la fortuna de que este próximo fin de semana no tiene liga al celebrarse la Supercopa entre Bera Bera y Málaga. Lo normal es que regrese a la competición el 7 de noviembre con la visita a Huerta del Rey del colista, el Puerto del Carmen de Lanzarote.

En el caso de los chicos, estos aplazaron el partido en casa frente al Bidasoa del pasado fin de semana y el del próximo sábado en Benidorm. Su retorno a la competición está previsto para miércoles 11 de noviembre ante el Cisne en Valladolid, encuentro correspondiente a la duodécima jornada.

El técnico Miguel Ángel Peñas, como el resto de integrantes de la primera plantilla del equipo de Pajarillos, se encuentra confinado. En estos días, todos los miembros del plantel comienzan a hacerse las pruebas PCR. «Espero que tengamos todos los resultados para el viernes y ese mismo día poder entrenar. Lo haríamos también sábado y domingo para recuperar el ritmo después del parón por la cuarentena. Trece días sin entrenar son muchos días», comenta.

El técnico del Aula Alimentos de Valladolid destaca el gran trabajo que la preparadora física del equipo, Leticia Heredero, está haciendo con sus pupilas. «Adapta el trabajo a la situación de cada una, a la que está confinada en una habitación sin poder salir o a la que tiene la suerte de tener un jardín para ejercitarse. Adecua el trabajo perfectamente a las condiciones de cada una de las jugadoras», subraya.

Peñas reconoce que este parón no llega en un buen momento para los intereses del equipo. «Es una lástima tener que parar cuando el equipo ves que va creciendo y que íbamos al ritmo adecuado», se lamenta.

En el caso de David Pisonero, entrenador del Recoletas, este opina algo parecido. «Es una incógnita cómo nos va a sentar al parón. Hemos apretado mucho en lo físico. El equipo ha jugado a un ritmo demasiado alto. Es cierto que ya a veces nos penalizaba un poco el cansancio. Por contra, no sabes si el descanso va a venir bien, mal o regular. También es verdad que si en algo confiamos es en el estado físico, que ha sido bueno. Si notamos el parón, creo que va a ser en las situaciones técnico-tácticas, de adaptación de nuevo a balón, carreras y entrenamientos».

El técnico de los gladiadores azules desconoce cuándo podrá reanudar el trabajo en grupo. De momento, la plantilla, como ya pasó durante el primer estado de alarma, entrena 'on line' bajo la supervisión de Pablo Arranz, preparador físico del equipo. «No sé cuándo podremos empezar ya que todos no tenemos la misma fecha para la realización de las nuevas pruebas. Unos lo tienen el día 3, otros el 4 y otros el 5. Nos iremos incorporando a goteo. Esto suponiendo que todo el mundo dé negativo».

Ya queda menos para el regreso a la competición de dos equipos que habían empezado como un tiro. Ojalá que el parón no les pase factura.