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La capital navarra decidirá el vencedor de la eliminatoria copera entre el Recoletas Atlético y el Anaitasuna porque los de Pisonero desperdiciaron una renta de ocho goles a falta de escasos quince minutos para el final del partido y los navarros aprovecharon el atasco ... local para reducir la ventaja hasta los cuatro tantos, lo que deja las espadas en todo lo alto para el partido del domingo. Con una muy escasa afluencia de público, el Recoletas no ha sabido sentenciar el partido cuando ha tenido ocasión y sus propios errores así como unas decisiones especialmente desafortunadas de los colegiados, especialmente por el distintos rasero que midieron las acciones en uno y otro área, dieron un vuelco a un resultado que podría haber sido una losa imposible de levantar.
Recoletas Atlético Valladolid
(15+10), César (16 paradas), Dani (3), Adrián (7,4 de penalti), Rubén Río (2), Dourte, Manu (1), Víctor (2) –siete inicial–, Nico (1), Turrado, Patrianova (4), Diego (1), Roberto (3), Miguel Camino (1), Serrano y Álvaro.
25
-
21
Anaitasuna
(8+13), Bols (2 paradas), Gastón (5), Bazán (2), Meoki (1), Krsmancic (4,2 de penalti), Chocarro (4), Vaquer (3) –siete inicial– Nordlander (6 paradas), Izquierdo, Ugarte, Ganuza, Semedo, Etxeberria (1), Gavidia, Da Silva, Fischer (1).
Parciales cada cinco minutos: 2-4, 5-4, 8-7, 10-7, 13-7, 15-8; 17-10, 17-11, 18-12, 21-16, 23-18, 25-21.
Árbitros: Jesús Álvarez y José Carlos Friera (Asturianos).Tarjeta roja a Turrado (min.12). Excluyeron a Víctor (min.31), Adrián (min.48), Miguel Camino (min.49), del Recoletas, y a Chocarro (min.21), Izquierdo (min.25), Meoki (min.29), Vaquer (min.56), Fischer (min.58), del Anaitasuna.
Incidencias: Encuentro disputado en Huerta del Rey ante unos 1.200 espectadores
Y es que el Recoletas ofreció las dos caras que ha venido mostrando toda la temporada. Una irregularidad que le condena, que le hace sufrir después de disfrutar, que le impide guardarse las ganancias porque tira por la borda sus propios logros. Unos errores exagerados en los pases, la ausencia casi total de juego con el pivote, un atasco incomprensible jugando en superioridad, como si nadie quisiese asumir la responsabilidad se contrapone a una defensa firme, unos extremos eficaces, una portería exquisita con un magistral César y una gran capacidad de todo el equipo para superarse en los momentos complicados.
Porque el partido comenzó como un auténtico cohete, con unos contragolpes vertiginosos que provocaron un marcador de 1-2 en los primeros 55 segundos de partido. Estaba clara la intención del Anaitasuna de responder con el contragolpe a cada ataque local. Le costó al Recoletas tomar el ritmo del partido, pero en cuanto evitó las pérdidas absurdas y la defensa tomó la justa medida a la ofensiva relámpago de los navarros, fue el equipo de Pisonero el que tomó el mando en el electrónico merced a un penalti convertido por Adrián que ya no soltaría en todo el partido.
Y justo cuando el Recoletas Atlético comenzaba a coger velocidad de crucero tanto en defensa como en ataque, los colegiados señalaron una roja directa a Turrado por un golpe en la cara a un rival, en una acción fortuita y alejada de la portería. Un duro golpe para el centro de la zaga, donde Nico y Turrado forman un excelente tándem. El equipo supo rehacerse de este varapalo y empató la inferioridad. El técnico navarro Iñaki Aniz paró el partido porque veía que su equipo era incapaz de superar a la defensa del Recoletas en el ataque estático. Y además cuando lo conseguía aparecían las manos de César para sellar su portería. Se llegaba el ecuador de la primera mitad con un 8-7 que iba a suponer el despegue total del Recoletas. En los siguientes quince minutos los de Pisonero lograron un parcial de 7-1. Doce minutos estuvieron los navarros sin marcar ante una defensa y un César portentosos. Y mientras, el ataque local aprovechaba las exclusiones en las filas navarras para ir sumando como la hormiga y llegar al descanso con un contundente 15-8 y la sensación de que la eliminatoria podría quedar resuelta en Huerta del Rey.
Pero las cosas ya no comenzaron bien tras el paso por el vestuario. La exclusión de Víctor en la primera acción propició un 0-2 de parcial de los navarros, que jugaban con una eterna parsimonia en ataque, rozando siempre el pasivo. Y el Recoletas se contagió y dejó de tener precisión en sus pases, de encontrar huecos en la zaga pamplonica y sobre todo obviando a su pivote, ya que apenas entraron en juego ni Dourte ni Álvaro ni Nico (un solo gol entre los tres). Afortunadamente, César siguió igual de fino en la portería y evitó que los navarros se acercaran en el marcador e incluso propiciando la máxima ventaja (21-13) superado el ecuador de esta segunda mitad.
Y ahí llegaron los colegiados, con un par de decisiones cuando menos dudosas, y provocaron la doble exclusión de Adrián y Camino, mientras dejaban de señalar unos pasos a los Karacic de Krsmancic o arrepintiéndose de pitar penalti cuando ya lo había señalado con la mano. Y los navarros no dejaron escapar la ocasión para hacer un parcial de 1-4 que frenó en seco a los del Recoletas. A partir de ahí, los de Pisonero fueron un manojo de nervios en ataque, con imprecisiones, errores, pérdidas y sin un esquema de ataque definido ni siquiera en las dos superioridades de que dispusieron en los último cinco minutos. El gol final de Rubén Río casi sobre la bocina que colocó el definitivo 25-21 puede valer su peso en oro en Pamplona, pero mucho debe mejorar el conjunto local para llegar el domingo a territorio navarro, superar la eliminatoria y plantarse en la fase final de la Copa del Rey con los mejores equipos de la liga Asobal. El equipo tiene mimbres para ello y está obligado a conseguirlo.
:: M. A. P.
Lamentó el técnico vallisoletano el resultado final del partido porque «quizás nos hemos merecido más. Al final ha habido algunas decisiones que nos han perjudicado y nos han sacado un poco del partido. Pudimos haber tenido una renta más amplia, pero nosotros tampoco hemos estado acertado en esos cinco últimos minutos en superioridad», afirmó el técnico del Recoletas. Y eso le llevó a comentar que «la eliminatoria está abierta y habrá que ir a Pamplona con el partido bien estudiado. Hay que sacar conclusiones porque en Huerta del Rey apenas han jugado Semedo o Gavidia. Ellos han planteado una defensa muy cerrada en la segunda parte que nos ha provocado errores que no habíamos cometido en la primera parte», dijo Pisonero.
En cuanto a la escasa aportación de los pivotes, el técnico reconoció que «su defensa sin apenas profundidad dificultaba mucho el juego con nuestros pivotes y no les hemos encontrado». Y sobre la expulsión de Turrado aseguró que «los colegiados vienen influenciados por las normas del Europeo y ciertamente Turrado toca la cara del rival», manifestó Pisonero, que no quiso entrar a valorar las acciones similares de los navarros sancionadas, en el mejor de los casos con solo dos minutos de exclusión. De cualquier forma, «la eliminatoria se decidirá en Pamplona y a ello iremos el domingo».
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