El Caja Rural Aula sale del bache por la puerta grande

Aparcó los fantasmas con un triunfo de solera ante uno de los mejores equipos de la Liga, un Málaga que fue el último en ganar en el Polideportivo Huerta del Rey, ya la pasada temporada, y que dejó destellos de su clase, pero que nunca estuvo cómodo en la pista vallisoletana. Tuvo mucho que ver el trabajo en el pivote de las locales, pero también el partido sobresaliente de la portera Alicia Robles, que terminó su casillero con... ¡catorce paradas!

El acierto bajo palos permitió que las jugadoras de Peñas gozasen de las máximas ventajas en el marcador, con hasta cuatro goles (17-13, min. 17), o con un 29-26 (min. 53), que parecía definitivo, aunque a la postre no lo fuera. «Las dudas», resumía el preparador del Aula tras el choque. Unos titubeos que, sin embargo, no mellaron la actitud de las blanquiazules, que a cada empate andaluz, respondían con un nuevo ataque para conseguir desniverlalo. Y así durante buena parte de la segunda mitad, después de un primer tiempo, en el que el equipo creció desde la defensa y la portería, con una motivación extra en el centro, con Marcela Arounian y Savina Bergara, que dejaron claro desde el principio, que para lograr lanzar a la meta vallisoletana habría que sudar –y de lo lindo–. De ahí, el 6-3 inicial, con Elba Álvarez, como punta de lanza de las locales y máxima goleadora del choque con nueve goles; o el aporte de Jimena Laguna, con ocho, y decisiva en los minutos finales desde los siete metros.

El Costa del Sol Málaga solo apareció a ráfagas, sobre todo encendidas por Silvia Arderius, infalible en el pase, y que provocó los mejores minutos de las malagueñas desde los seis metros con pases que solo ella pudo imaginar. No lo aprovecharon sus compañeras en los primeros treinta minutos, en buena medida por el acierto de Alicia Robles con la que se toparon una y otra vez (nueve paradas en la primera mitad), pero sí en la segunda parte, sobre todo con el acierto de Esperanza López, que consiguió sus cinco goles en el segundo periodo. Fue la pequeña central malagueña la que en apenas un pis pas en el regreso de vestuarios se comió los tres tantos de ventaja con el que las vallisoletanas se fueron al descanso. Eso y una polémica exclusión a O'Mullony que hizo temer lo peor.

No fue así, y a las ventajas y posteriores empates visitantes, le siguió un último minuto de zozobra con un gol arriba para el Aula, que terminó con un robo en el pivote y a correr para que Claudia Moreno hiciera el definitivo 33-31, y el grito se escuchara en todo Huerta.