El Caja Rural Aula despide el curso con el objetivo cumplido

Muchos nervios, un inicio desolador y una reacción que le llevó a superar al Balonmano Zuazo en la segunda mitad, cuando el equipo local mejoró atrás, apareció Lulu Guerra, una de las que decían adiós, y el equipo pudo correr. Un triunfo a base de tesón que sirve para que la campaña finalice con una sonrisa en la cara de jugadoras y técnico. Una temporada más entre las mejores y eso, aunque sea lo habitual, sigue teniendo un enorme mérito. Decisivas la aportación de la mencionada Lulu (detuvo dos siete metros), la capacidad realizadora de Amaia y Jimena, y el tesón de Cristina Cifuentes, que con la nariz posiblemente rota regresó a la pista para ser clave en la segunda mitad.

El inicio fue desolador. Mal en ataque y blandito en defensa. Zuazo se fue a un peligroso 1-4. Las cosas no salían. Con 3-6, Peñas pidió el primer tiempo muerto. Más de doce minutos de partido y el Aula estaba siendo superado por las jugadoras vizcaínas. Las locales habían fallado dos sietes metros por el camino.

El Aula despertó al cuarto de hora para acercarse a un solo gol (5-6), gracias a la efectividad de Amaia González de Garibay y Teresa Álvarez. Cristina Cifuentes tuvo que abandonar el campo con un golpe en el rostro. Ya no volvería en la primera parte.

Zuazo volvió a marcharse hasta los tres goles de renta (8-11). El Aula no era capaz de encontrar el camino. Muchos nervios y mucha tensión que desdibujaban el juego local. Pero Zuazo tampoco estaba para tirar cohetes y el equipo vallisoletano, con una buena dirección de Malena Vallés, llegó a igualar con un misil de Danila So Delgado (13-13). La grada daba su aliento. Jimena Laguna era el estilete ofensivo en ese tramo final. Con empate a a catorce tantos se llegaba la descanso. Quedaban treinta minutos para solventar la papeleta.

Cris Cifuentes, con la nariz tocada, volvió a pista en la segunda mitad. Jimena Laguna adelantaba por primera vez a las locales (15-14), que incluso llegó a colocarse dos tantos arriba. El equipo de Peñas se mostraba más sólido atrás. Podía correr y llegó a mandar de cuatro tantos (21-17, min. 41), lo que provocó el tiempo muerto visitante. Defensa y velocidad, el Aula estaba en su salsa.

Pero de nuevo una pájara de las locales que permitió a las vizcaínas colocarse a un gol. Estaba claro que quedaba mucho bacalao por venderse.

Pero el Aula aguantó el tirón y volvió a marcharse en el electrónico hasta los cuatro goles a siete minutos de la conclusión. El equipo de Miguel Ángel Penas jugó a la perfección ese tramo final, con una Lulu Guerra acertada bajo palos y un mayor acierto en la definición que sus rivales. El Aula acababa octavo. El objetivo se había cumplido. Era el broche a una temporada que se ha hecho dura por otros motivos. Las despedidas de las jugadoras que no estarán en Valladolid el año que viene ponía el final a un curso complicado. La campaña próxima llegará un nuevo proyecto, con muchas caras nuevas, pero con el sello inconfundible del Balonmano Aula.