A Benedek Nagy casi no le ha dado tiempo de bajarse del avión. De Veszprém a Valladolid por la vía rápida ante las urgencias del Recoletas Atlético Valladolid. «Ha cumplido con las expectativas que teníamos depositadas en él», ha reflejado con satisfacción el técnico del ... equipo, David Pisonero, al que le ha faltado tiempo para colocarle en la portería ante una situación «al menos extraña», en la que el equipo vallisoletano terminará la portería con dos jugadores diferentes a los que comenzaron la temporada.
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'Beni', bautizado ya así en el vestuario y en el club, llega para «estos tres meses», aunque desde el club no han querido cerrar la puerta a la posibilidad de que el húngaro del Telekom Veszprém, pudiese prolongar su cesión más tiempo ante la baja de larga duración de César Pérez, y la renovación de una portería que se antoja «crucial» en el proyecto.
El guardameta centroeuropeo, nacido en Budapest y de 1,95 de estatura y 22 años, llega procedente de una de las porterías más reputadas a nivel continental, de un equipo que juega EHF Champions League, y en el que no estaba teniendo minutos en esta segunda parte de la temporada. «Sabía que tenía que salir a seguir creciendo, y llegar a un país con tanta tradición de balonmano es una gran oportunidad», asegura un jugador que también admite que pidió referencias de Valladolid a sus compañeros españoles de equipo en Hungría, Agustín Casado y Rodrigo Corrales. «También sabía que Valladolid es una ciudad de balonmano», explica en inglés, al tiempo que pide disculpas por no saber el español, un idioma que ya ha comenzado a estudiar.
Pisonero defiende que el portero es un plus para lo que resta de temporada; mientras en el club consideran que «el esfuerzo económico y logístico» de la entidad, es una demostración de que el objetivo de terminar entre los ocho primeros y las aspiraciones de recortar eliminatorias en la Copa del Rey de la próxima temporada.
«Al margen de ser grande, de lo rápido que ha cogido la dinámica... Tiene ese plus de calidad a nivel de portería de venir de donde viene, y pese a su juventud», señala el entrenador.
El guardameta vive su primera experiencia lejos de Hungría, pero asegura que es una oportunidad que la apetecía mucho vivir. «No fue difícil decidir ya que quería probar la experiencia de jugar lejos de mi país, posiblemente es algo que también tendré que hacer el próximo verano, así que lo he hablado mucho con mi familia y estoy muy contento de estar en un club con mucha historia», valora el portero.
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El club espera que el húngaro se pueda colocar en la portería ya este sábado (17:00 horas) ante el Puente Génil, «para descargar de presión a Pipe», que se ha encontrado una situación para la que no fue fichado. «Vino a ayudar a César como segundo portero y ha tenido que crecer a pasos agigantados», concluye Pisonero.
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