El Aula sabe sufrir en Elda

Ya antes del primer cuarto de hora de partido O'Mullony y Elba Álvarez se encargaron de poner tierra de por medio hasta doblar en el tanteador a sus rivales después de un lanzamiento a cargo de Botella en su rango de influencia (4-8, min. 14). La pivote natural de Elda quiso gustar en la que es su casa también deportiva e hizo valer su jerarquía física en un inicio que diseñó la orografía sobre la que después discurrió con naturalidad la victoria de la escuadra pucelana. Por su parte, las muchachas dirigidas por Chema Vives se encomendaron a la intensidad y el contacto al borde del reglamento para tratar de mantenerse en un ejercicio de funambulismo sin red. Terreno abonado para que Elba Álvarez sacase a pasear su látigo desde el punto de penalti. En ataque brilló con luz propia la talentosa Fernanda Lima, un diamante del país vecino que consiguió leer los escasos resquicios dejados por la muralla del equipo vallisoletano.

De regreso sobre el parqué, el Aula administró con la prudencia debida el patrimonio conseguido durante la primera mitad. Lo hizo, de nuevo, manejando el cronómetro en una mano y el balón en la otra hasta zarandear un árbol que siempre concedió frutos. Un decorado que viró por completo en un cortocircuito bien aprovechado por Kassia César y la joven María Rodríguez. El descaro de ambas llevó a poner el marcador en un apretado 21-22 en el ecuador de la segunda mitad, con Prades como gran baluarte local con seis intervenciones casi consecutivas. Sergio Escudero reaccionó colocando a Téllez y Arounian en el eje para hacer de dique ante las embestidas de un mar que perdió bravura con el paso de los minutos.

La falta de envergadura de las jugadoras del cuadro eldense terminó por penalizar a una defensa voluntariosa y ordenada sobre la que chapotearon con disfrute los pesos pesados del ataque del equipo blanquiazul. El reparto coral en las tareas ofensivas y el cansancio en el rival elevó el colchón de la tranquilidad hasta las cuatro dianas con un salto desde la esquina de Garibay (22-26, min. 55). Desde ahí hasta el final Sergio Escudero confió el botín a sus jugadoras más experimentadas en la cuarta muestra de autoridad a cargo de un líder que puso sordina a la fiesta en el Florentino Ibáñez.