El Aula mantiene su romance con la Copa de la Reina

Las cosas no empezaron bien. La defensa local hacía aguas y Espiñeira y compañía veían portería con facilidad. En esa tesitura el Porriño comenzó a abrir brecha ante la incomodidad de las vallisoletanas, que observaban como sus rivales engordaban la ventaja tanto a tanto, en especial Vieira, que encontraba la portería con facilidad. Llegaron a tener cuatro goles de renta las gallegas (7-11, min.15). Tenía mala pinta, pero llegaba el momento de la segunda unidad y todo cambió.

Ese cambio llegó con la mejoría defensa, la entrada de Rafi Bergara y Ángela Nieto resultó clave para mejorar el rendimiento atrás, y Lulu comenzó a ser Lulu. Las gallegas se encontraron más de cinco minutos sin anotar un solo gol. El Aula Alimentos de Valladolid pudo correr gracias a ese mayor rendimiento defensivo y la ventaja pontevedresa mermó de manera importante, hasta el 10-11. El conjunto local jugaba sus mejor momentos después de ese titubeante inicio.

Las vallisoletanas llegaron a igualar e incluso ponerse un tanto por encima (13-12, m. 26), pero el Porriño no estaba por la rendición y aguantó como pudo el tirón de las pupilas de Miguel Ángel Peñas. La igualdad ya fue la tónica hasta el descanso, al que se llegó con empate a 16. Al Aula le quedaban treinta minutos para clasificarse para la Copa del Rey. Tal como iba el marcador, la proyección decía que debía ganar de cuatro tantos, ya que las visitantes llegaban una buena renta anotadora al final de los primeros treinta minutos. El Aula se jugaba en treinta minutos su futuro copero. Necesitaba darle una velocidad más para hacer sufrir a un Porriño que se había sentido más o menos cómodo ante la propuesta de juego de las castellanas.

Y el Aula salió con todo. Tuvo varias opciones de colocarse a tres de ventaja pero la portera Rosalez y el palo lo impidieron. Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final... el equipo local se colocó por fin tres arriba (23-20, min. 45) por medio de un contragolpe de Amaia González de Garibay, que anotó el gol y provocó la exclusión de dos minutos, la segunda, de Tavares.

En la segunda mitad, el Aula dio la talla. Llevó el partido al lugar que quiso. Buen trabajo atrás, donde el técnico quiso ensalzar la labor de Amaia, clave para que el equipo pontevedrés careciese de la continuidad que busca con su juego una siempre excelsa Anthía Espiñeira. Pasado el ecuador de la segunda mitad, el Aula pegó un arreón importante que decidió el encuentro. La diferencia seguía más cinco. Carmen Sanz salió a un siete metros y lo detuvo para algarabía de una grada que empezaba a ver la clasificacación en el horizonte. Buena defensa y Lulu Guerra a su nivel habitual permitieron que las locales siguiesen mandado de cinco (26-21). El ataque resolvía bien las situaciones y el Porriño comenzó a ver perdido el choque.

Con 28-23, el técnico visitante optó por jugar con siete jugadoras de campo. Una medida desesperada pues el encuentro estaba ya encarrilado por las locales. Danila So Delgado dio la máxima renta a las suyas (29-23) a falta de dos minutos. Un par de errores en ataque de colegiales hicieron que las gallegas recortasen hasta el 29-25 final. El Aula regresa a una fase final de la Copa de la Reina. Lo hace con todo el mérito tras superar a un rival duro y complicado.