Aficionados de ambos equipos, hermanados antes de un duelo anterior. El Norte

Atlético Novás, el primo gallego del Nava y su gran talismán

Unos 60 seguidores viajan hoy desde Pontevedra para ver un partido que evoca los dos ascensos segovianos en el Bajo Miño

Sábado, 24 de septiembre 2022, 10:54

El presidente del Atlético Novás, Andrés Senra, saca pecho de la pertenencia de su localidad, al igual que Nava de la Asunción, al balonmano. «Si el Real Madrid tuviera el mismo porcentaje de socios, necesitaría millones de asientos». El 'primo' gallego del Nava, el anfitrión ... ante el que logró sus dos últimos ascensos, renueva hoy su hermanamiento con el viaje de unos 60 aficionados a tierras segovianas para el segundo partido de División de Honor Plata. Y de paso, para las fiestas patronales.

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O Rosal es para los naveros un lugar sagrado del Bajo Miño. Senra habla de Novás como un club «humilde, muy similar a Nava» de un pueblo con poco más de 6.000 habitantes. «El balonmano, igual que pasa allí, es una religión». El club nació en 1975 en una parroquia que se llama Novás, pero desde finales de los 80 está en el centro de la localidad. Hasta entonces, jugaban en una plaza pequeña, una pista al aire libre, otro pasado compartido.

El club ronda los 800 abonados para un pabellón que tiene poco a aforo más. Cifras muy similares a las de Nava. «Llenamos prácticamente siempre». Senra habla de cuatro patas para sostener el club. La primera es el patrocinador principal, Valinox, fabricante de depósitos energéticos. El resto, las administraciones públicas, los socios y más de un centenar de medianas y pequeñas empresas.

El matrimonio comenzó en 2010 en la fase de ascenso a División de Honor Plata disputada en Badajoz, en los inicios de Álvaro Senovilla como entrenador. «Allí les descubrimos. Nava estaba muy lejos de lo que es hoy en día, un club mucho más humilde que llegaba como tapado. La forma de ser de su gente y de sus jugadores hizo que nos uniésemos desde un primer momento». Los lazos con jugadores y directivos se mantienen. «No digo que hablemos todas las semanas, pero mantenemos una relación bastante cercana. Intercambiamos muchos conceptos y nos llamamos para ayudarnos». Ambos han compartido el lastre de sudar tinta china para ascender. Aquel año, ninguno tuvo suerte.

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El siguiente duelo fue en O Rosal, en 2014, con los gallegos organizando la fase de ascenso a Plata. A la enésima fue la vencida para el Nava. «Cuando nos tocó con ellos fue una alegría, aunque luego se llevasen el gato al agua. Trajeron muchísima gente. El viernes había ciento y pico aficionados y el sábado fue una barbaridad».

Cinco años después, el destino hizo un guiño irrepetible. El Nava ascendió a Asobal en la pista de los sueños. Además, perdiendo. Fue un triunfo crucial para un Novás que logró después salvar la categoría en su primer año en Plata, algo que antes de esa jornada parecía complicado. Y una derrota irrelevante para un club que se ganó el derecho a subir perdiendo, pues el Ciudad Real cayó ante el Santoña: otro sorpresón.

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«Recuerdo ver a jugadores de Nava un poco cabizbajos porque se les escapaba la oportunidad de ascender. Y cuando se acercaron aficionados a decirles lo del Ciudad Real cambiaron la cara por completo. Luego se convirtió en una fiesta. Fue un final de los que es difícil que se repitan». Seguidores rosaleiros y naveros lo celebraron desde las ventanas del pabellón en una «comunión espectacular» de dos aficiones que ya habían comido juntas en los prolegómenos del partido.

Naveros y gallegos marchan a un partido a ritmo de las gaitas. El Norte

Volvieron a verse meses después en la Copa del Rey. El Novás había dado un salto de calidad tras la salvación y superó con holgura a un Nava que defendía una categoría superior. «Ahí las caras ya eran otras, había cabreo».

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El hermanamiento siguió con la contratación de Senovilla como entrenador del Novás, una decisión para la que pesó la recomendación segoviana. «El empujón que nos dieron desde Nava fue clave. Tenemos otras opciones y la de Álvaro realmente viene por ahí. Que era un entrenador acostumbrado a trabajar con gente semiprofesional, que a veces es difícil, porque muchos están acostumbrados a gente que se dedica exclusivamente». La empatía hacia jugadores cansados que pueden faltar a algún entrenamiento. Y su conocimiento de la liga, de sus pistas, de sus rivales. ¿Cómo se sorprende a un técnico tan estudioso que conoce bien al rival? «Nos va a tener controlados, pero es pronto para ellos. No tendrá tanta información como en la segunda vuelta».

Tras dos años en O Rosal, Senovilla, que entrena este curso al Nava, conoce bien los dos clubes. «El Novás está en una fase de crecimiento. Intentaremos disfrutar unos de otros con las mejores sintonías». Reconoció lo difícil que supone como entrenador medirse a un exequipo. «Tengo mucho cariño hacia ellos, fueron dos temporadas muy alegres. Es una alegría verles con el máximo de motivación tras ganar la en la primera jornada».

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Tras los pasos del Nava, el Novás sueña con la Asobal. «Nos falta un apoyo financiero superior para competir con ciertos rivales. No es una obligación, pero hemos hecho equipo para intentar estar en la zona de arriba y luchar poco a poco». La guinda del matrimonio es un derbi de Asobal. Tiempo al tiempo.

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