Álvaro Senovilla es el elegido para devolver al Nava a la primera línea

Entiende que hasta el mes de julio, avanzado, no desembarcará directamente en el pueblo. Antes tiene compromisos con la selección letona; pero ya está incorporado de lleno al trabajo para confeccionar el equipo. Aunque desvela que él, por el momento, está siguiendo las líneas que ya han marcado desde la dirección deportiva. «Evidentemente hablamos de perfiles y de jugadores, pero tanto Tinín como el propio Carlos ya han estado trabajando y me consultan, claro, pero el grueso del trabajo lo están desarrollando ellos». Ese trabajo está centrado en incorporaciones nacionales, puesto que los cinco no seleccionables ya están cerrados y suponen una buena base para el equipo.

No obstante, al hablar de esa base ya confeccionada y de lo que puede suponer de ventaja con respecto al resto de los equipos, Senovilla muestra mucha cautela porque «esta categoría devora proyectos, se come equipos». Y es que el formato de la División de Honor Plata, que tan bien conoce, no es precisamente de los que prima la temporada regular. «Con el formato de 'play off', hemos visto como equipos que han ganado dos de las primeras siete jornadas, se han terminado metiendo en la lucha y otros, como Burgos, que han invertido en un par de proyectos y se han quedado en el camino». Así que llama a la calma ante los pensamientos precipitados en torno a un ascenso inminente al final de la temporada que viene.

No es amigo Senovilla de hablar de un gran objetivo como sería el volver a Asobal hasta que no se hayan logrado «un buen número de objetivos pequeños». En definitiva, no se trata de otra cosa que de una nueva versión, estilo balonmano, del famoso «partido a partido». «El primer objetivo es conformar una buena plantilla y luego tenemos que ir definiendo paso a paso todos los demás». Un plan que vaya creciendo a base de ir logrando pequeños éxitos para después, ya al final, pensar en si el ascenso está en la mano.

Con todo su conocimiento de lo que es por dentro el Balonmano Nava, Álvaro Senovilla no espera encontrarse el mismo club que dejó en su anterior etapa. El paso por Asobal ha hecho, opina el entrenador, que el equipo coja un músculo diferente. «De eso no cabe la menor duda, lo entendemos todos. Estar en Asobal te forma y estoy seguro de que todos en el club han aprendido mucho en esta etapa; un aprendizaje que nos va a servir para hacer las cosas bien desde el principio».

Su primera etapa en Nava de la Asunción fue entre 2009 y 2011, cuando peleó por el ascenso a División de Honor Plata. Y en la segunda, entre 2014 y 2016, disputó la primera fase de ascenso a Asobal de la historia del club. Una fase que, todos los que la vivieron están de acuerdo, fue la primera piedra para el ascenso posterior y el afianzamiento de las últimas temporadas. Como todos, el vallisoletano no se esperaba el descenso, pero tampoco cree que se deba mirar ya atrás. Con un concepto del balonmano distinto al que tenía la primera vez que pisó Nava, porque también fue el club que le ayudó a convertirse en profesional y ha crecido mucho desde entonces, sigue pensando en que lo fundamental es que el pueblo siga divirtiéndose con el equipo.