Los alumnos de La Salle vibran y sufren con los 'Hispanos'

Banderas, bufandas y camisetas de España tiñeron la Sala de Audiovisuales Eduardo Fraile del colegio vallisoletano La Salle durante la tarde noche del viernes. Los jugadores de la cantera de balonmano disfrutaron en una pantalla gigante del encuentro entre las selecciones de España y Dinamarca, correspondiente a las semifinales del Mundial de balonmano que se está disputando en Polonia y Suecia.

La tensión se palpaba en el ambiente desde el pitido inicial, pasando de las cinco o seis butacas ocupadas durante los himnos nacionales a un completo llenazo según iban transcurriendo los minutos de encuentro. Puños arriba, aplausos, gritos, ovaciones e, incluso, algún brinco con cada uno de los goles que marcaban los 'Hispanos' y con las paradas del guardameta Pérez de Vargas. Y, en contraposición, suspiros y quejas en cada ocasión fallada por los españoles o acertada de los daneses.

Los menores, que se encuentran cursando Educación Primaria y Secundaria Obligatoria, no quitaron ojo a la pantalla gigante y no dejaron de alentar a la selección con gritos de '¡vamos España!' durante todo el encuentro. Los más entendidos se atrevían, incluso, a comentar con sus compañeros las jugadas polémicas y el desarrollo del juego, tanto español como danés. Así como algunas decisiones arbitrales.

A pesar del resultado desfavorable desde que comenzó el partido, los pequeños vallisoletanos no perdieron la fe con el paso de los minutos. Cuando corría el minuto diez de la segunda parte (15-20) y aún quedaba tiempo suficiente para la ansiada remontada, los jóvenes aficionados al balonmano se atrevieron con cánticos de '¡Yo soy español, español, español!'. Cada tanto de los 'Hispanos', que intentaban igualar el marcador, hacía vibrar la sala y el revuelo de emoción era cada vez más evidente.

A falta de diez minutos para el pitido final y rozando el empate (20-21), la alegría de niños y entrenadores con el mejorado juego español iba en aumento. Cada gol español era una fiesta y, cuando era el turno de defender, se escuchaban voces de '¡pasivo!, ¡pasivo!', '¡España!, ¡España!' y '¡a por ellos, oé!'. Con el gol de los daneses en los últimos segundos, que certificó el 23-26 definitivo, se chafó la esperanza de los canteranos de La Salle y la andadura hacia el oro de los 'Hispanos'.

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