El BM Ciudad de Salamanca canta el alirón

La bocina atronó indicando el final del partido y... la locura se desató. No porque el resultado del partido fuera ajustado y digno de un final de infarto sino porque lo que acababa de suceder era que el Ciudad de Salamanca se había proclamado campeón de su grupo de la Segunda División de balonmano. El trabajo constante y bien realizado a lo largo de toda una temporada se vio recompensado ayer y el sacrificio dio paso al disfrute y a una celebración por todo lo alto en la pista que se prolongó después en forma de cena y lo que siguiera más tarde, pero anoche había licencia para llegar a casa a la hora que cada uno creyera conveniente.

Con una jornada de adelanto que será intrascendente ya a todos los efectos el Ciudad de Salamanca es campeón de Segunda pero no se marchará de vacaciones. Tendrá que seguir entrenando durante un mes más en el que aún quedará por disputarse el premio gordo ya que los charros se clasificaron también automáticamente para jugar el play-off de ascenso a Primera División, una fase de promoción que se celebrará entre el 13 y el 15 de mayo en una sede aún por clarificar pero a la que aspira Salamanca después del gran ambiente de balonmano que se ha vivido esta campaña.Y ayer no fue menos porque la afición volvió a responder y también quiso sumarse a la celebración en el Pabellón Río Tormes.

Apenas hubo partido. El Zaratán llegó con los efectivos justos y a partir de los diez minutos las cosas se le pusieron muy cuesta arriba ya a los vallisoletanos. Los diez goles de ventaja que tenía el Ciudad de Salamanca en el descanso indicaban que ya pocas cosas quedaban por decidirse y la segunda parte fue una auténtica fiesta. Tanto, que la grada terminó haciendo la ola en los instantes finales. Ya en la última jornada los de Alberto Martín visitarán el fin de semana que viene al Balonmano Nava en un partido que no servirá para nada más que para mantener las buenas sensaciones en el último encuentro antes de pensar en el play-off de ascenso.