«En junio estaba retirado del balonmano y en Nava me volví a ilusionar»

Este próximo fin de semana regresa la competición en la División de Honor Plata. Y lo hace con un partidazo: Viveros Herol Nava-Atlético Valladolid (sábado, 18:30 horas). El atractivo del duelo reside en la buena clasificación de ambos equipos el Atlético Valladolid es segundo y el Viveros Herol Nava, sexto y también en la relación íntima que existe entre los dos. Basta con echar un repaso a sus plantillas de esta temporada para comprobar que en balonmano hay conexión directa entre Nava de la Asunción y Valladolid.

En el Viveros Herol Nava, su entrenador, Álvaro Senovilla, es vallisoletano; Yeray Lamariano y Alberto Camino jugaron hasta hace muy poco en el ya extinto Balonmano Valladolid; y David de Diego y Carlos Villagrán pasaron en su día por las categorías inferiores del club vallisoletano. Mientras, el entrenador del Atlético Valladolid, Nacho González, dirigió dos temporadas al conjunto navero; Raúl Álvarez, uno de sus jugadores, fue el técnico con el que los naveros ascendieron la temporada pasada a la División de Honor Plata; y en la plantilla del conjunto vallisoletano se encuentra también Roberto Pérez, que jugó varias temporadas en Nava.

Las relaciones entre los dos clubes son estrechísimas como se puede comprobar, pero este sábado los integrantes de ambos aparcarán durante sesenta minutos sus lazos de amistad y se desafiarán en una batalla que promete. El Atlético Valladolid es a priori el favorito, pero el Viveros Herol Nava tiene a su favor el factor cancha. Ya se vieron las caras este pasado verano en un mini partido de pretemporada era el triangular de presentación de los naveros y jugaron tan solo una parte en el que terminaron empatando.

Sin rencor

Esta vez tendrá todos los ingredientes y permitirá disfrutar del reencuentro de varios jugadores con sus ex. Uno de los que lo vivirá forma especial será Yeray Lamariano, que hasta la pasada temporada jugaba en el Balonmano Valladolid. Es cierto que el Atlético Valladolid es un club distinto, pero resulta imposible desligarle de la herencia de su antecesor. «La única cuenta pendiente que tengo con el balonmano de Valladolid es en realidad con el Fogasa [Fondo de Garantía Salarial] a ver si me pagan lo que se me dejó a deber», señala Lamariano. «Con el nuevo club, el Atlético, las únicas que tengo son las lógicas deportivas. Nada más lejos de eso».

El portero del Viveros Herol Nava explica que el recuerdo que guarda de su paso por el Balonmano Valladolid tiene «luces y sombras». «Me quedo con los compañeros que conocí allí y con todos los amigos que hice. Eso fue lo mejor. Lo malo fue cómo terminó la situación», cuenta. Lamariano fue uno de los damnificados por la desaparición del club vallisoletano ya que, como otros jugadores, dejó de percibir numerosas nóminas que le debía el club. Ahora ha pasado página y simplemente ve al Atlético Valladolid como «un equipo muy fuerte». «Es uno de los rivales a batir», afirma.

Sin embargo, no le asusta el desafío y asegura que están con ganas de que llegue el partido del sábado para medir sus fuerzas con el equipo que entrena Nacho González. El Viveros Herol Nava ha aprovechado el parón navideño para profundizar en el trabajo físico y táctico realizado hasta ahora durante la temporada y para coger fuerzas con vistas a una segunda parte de la Liga que se anuncia apasionante. «Estamos cogiendo el ritmo otra vez, aunque queremos que llegue ya el partido del sábado. Al final, a los jugadores lo que nos gusta es competir», apunta Lamariano, que estas Navidades, además, se ha apuntado un triunfo como seleccionador juvenil femenino de Castilla y León. Guió a su equipo hasta el oro en el campeonato de España.

Empieza a hacer sus pinitos como entrenador mientras continúa siendo uno de los porteros más respetados de la División de Honor Plata. Una categoría que no hubiera pisado esta temporada si las cosas hubieran llevado el camino que apuntaban. «En junio estaba retirado del balonmano, pero apareció el Nava, me presentó su proyecto y me volví a ilusionar», asevera, al mismo tiempo que sostiene que en ningún momento tuvo sobre la mesa una propuesta del Atlético Valladolid. «No sé si algún día jugaré allí. De momento, estoy muy contento en el Nava», añade.

Sobre sus competidores

En el conjunto navero se ha encontado con dos competidores en la portería con los que, asegura, se siente muy a gusto. A David de Diego ya le conocía de su etapa en el Balonmano Valladolid, ya que cada cierto tiempo De Diego entraba en las convocatorias del primer equipo por la falta de efectivos. «Tiene experiencia de sobra para disputar partidos difíciles», le elogia. De Cristófer Gómez destaca, mientras, su capacidad de sacrificio «para entrenarse duramente después de haberse pegado una paliza trabajando».

Aunque si hay que hablar de un líder dentro del vestuario del Viveros Herol Nava, ese es Álvaro Senovilla. «Tiene un conocimiento inmenso del balonmano, sabe llevar al grupo y es el gran artífice de todo lo que estamos logrando», argumenta Lamariano. El técnico vallisoletano ha conseguido que a dos partidos para el final de la primera vuelta su equipo tenga prácticamente sellada la permanencia.

Aunque quiere ser cauto y subraya que «queda mucho», el objetivo de la salvación se queda corto en opinión del portero del Viveros Herol Nava. «La dinámica que lleva el equipo nos hace pensar que podemos pensar en pelear por los puestos de play off. «Personalmente, y no lo he hablado con nadie, yo estaría descontento si con la plantilla que tenemos no nos logramos clasificar para el play off», zanja Lamariano.