El Zunder Palencia se estrella en Castellón

El Zunder Palencia, que por primera vez enlaza dos salidas con derrota, sufrió un duro revés este viernes por la noche ante un Tau Castelló que necesitaba una victoria de relumbrón para confirmar su excelente momento de forma. Y, desde luego, no hay para ello mejor invitado que el conjunto morado, con cartel ilustre, pero capaz de dilapidar 22 puntos de colchón en su peor segunda parte del presente curso liguero. Nada tuvo que ver la excelente imagen dejada por el equipo de Pedro Rivero antes del descanso con el tortuoso desfiladero que condujo al abismo de la cuarta derrota de la campaña. Ni las bajas con las que se presentó a la cita el plantel local fueron impedimento para 20 minutos de éxtasis que significaron la quinta victoria en los últimos seis partidos del cuadro de la Plana Alta.

Nada hacía presagiar lo ocurrido al final del choque. Y es que solo tres minutos tardó el quinteto de Rivero en hacer pesar sus opciones sobre el parqué castellonense con una puesta en escena tan habitual como deslumbrante. Wintering asumió el mando y facturó un parcial de 0-9, que pareció allanar de forma considerable el camino hacia el triunfo vigésimo primero del cuadro palentino. No tuvo dudas Juan Antonio Orenga a la hora de parar el cronómetro y buscar la reacción en la cara de sus jugadores, incapaces de frenar un vendaval llamado Zunder. Con Kamba en estado de gracia y la pintura del conjunto morado funcionando a pleno rendimiento, el castillo de naipes construido por el Tau careció de consistencia en un primer cuarto en el que la diferencia se situó en los 12 tantos tras otro demarraje de los hombres de Rivero antes de la pausa (18-30).

La reanudación sirvió para dar continuidad al buen momento de unos y al cortocircuito ofensivo de los locales. El equipo castellonense se vio zarandeado y sometido ante la intensidad defensiva y la capacidad para encontrar siempre el pase extra de los jugadores del Zunder Palencia. Así llegó la máxima diferencia en el marcador gracias a un pase filtrado que encontró a Tanner McGrew dispuesto a penalizar el enésimo desajuste del cuadro anfitrión (27-49, min. 17).

Llegó la reacción del equipo de Orenga en el tercer cuarto, tras el descanso. Con una versión más dinámica y atrevida, sus pupilos firmaron un parcial de 8-0 que rubricó Hook con un tiro liberado en su zona de influencia (41-53, min. 23). Quizás por ver la relajación en sus efectivos o motivado por los problemas a la hora de anotar, Pedro Rivero depositó el balón en sus valores más seguros. Con Wintering en su salsa, McGrew y Schmidt formaron una alianza para sofocar la revuelta del bando local. Un objetivo conseguido a medias porque Stutz y Alvarado dieron constantes réplicas en la canasta opuesta hasta hacer dudar de la casi segura victoria de la escuadra palentina después de un tiro libre anotado por el propio base canario (53-60, min. 27).

Con la ventaja del Zunder Palencia convertida en arena escurriéndose entre las manos llegó un último cuarto más decisivo que nunca. Stutz asumió el papel de estrella local en un contexto en el que los grados y los decibelios se dispararon ayer por encima de lo aconsejable. Suya fue la canasta que puso por primera vez por delante en el marcador al Tau Castelló con un lanzamiento tras bote desde la bombilla (73-72, min. 36). Tan solo quedaban cuatro minutos para el final del partido.

Fue el punto de inflexión que significó el despegue del conjunto castellonense y la caída irremediable de la formación palentina en cuestión de tres instantes. El primero de ellos, el triple, sobre la bocina y con dos defensores encima, de Alvarado. El segundo, los dos lanzamientos consecutivos errados por ansiedad y falta de ideas de los dos jugadores más fiables del Palencia en la noche de ayer: Wintering y Schmidt. Y el último, pero seguramente el más clarificador, el abatimiento de un banquillo incapaz de encontrar soluciones ni aportar calma en mitad del hundimiento del trasatlántico morado en la costa mediterránea.

Y así se llegó al término del encuentro, con dos jugadores morados expulsados por faltas (Kasibabu, min. 38 y Winterin, min. 39), y con la sensación de haber dilapidado una ventaja cómoda y de estar alejándose, con la tercera derrota de la temporada de la primera posición y del ascenso directo a la ACB.

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