Sergio de Larrea, con su medalla de oro. El Norte
Baloncesto

Sergio de Larrea, oro puro vallisoletano

El base, como integrante del equipo nacional, se proclama campeón mundial de baloncesto en categoría sub-19

Víctor Borda

Valladolid

Lunes, 3 de julio 2023, 20:44

Oro puro vallisoletano. Un jugador que promete alcanzar las más altas metas. Es Sergio de Larrea Asenjo, un vallisoletano que el pasado domingo levantó, junto a sus compañeros de la selección española sub-19, el trofeo que les acredita como campeones del mundo después de ... tumbar en la prórroga de la final al combinado galo (73-69). En la localidad magiar de Debrecen, el equipo nacional español repetía la historia 24 años después. En aquella ocasión ponía el escenario Lisboa y una escuadra irrepetible formada por Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Raúl López o Felipe Reyes, entre otros, protagonizaron un hito de nuestro baloncesto al derrotar nada menos que a los todopoderosos estadounidenses. Aquellos denominado júniors de oro han dado paso ahora a la versión 2.0, liderada por jugadores de primerísimo nivel como Izán Almansa, Jordi Rodríguez, Baba Miller, Rafa Villar y, por supuesto, Sergio de Larrea.

Publicidad

El jugador vallisoletano reconocía un día después encontrarse en una nube. «Estoy muy contento. Se trata de un oro histórico», resalta. Afirma que el título no era «un objetivo en sí mismo. Queríamos ir partido a partido y jugar con nuestras fortalezas para ser el mejor equipo posible».

«Sabíamos que vencer a Francia en una final iba a ser tan complicado como preveíamos», prosigue. «Ganar este oro nos quita un poco la espinita del Mundial sub-17, aunque sean dos cosas distintas».

Preguntado por qué había jugado casi más como escolta que como base en esta cita mundialista, responde que «depende siempre de las necesidades que tenga el equipo. Mi rol ha sido más defensivo y de organización».

Ha sido un año fantástico en la evolución de un base que ronda los dos metros de altura. De Larrea ha conseguido debutar en Euroliga y en Liga Endesa con su club, el Valencia Basket, por el que fichó hace dos temporadas. En L'Alquería, una de esas fábricas pensadas para sacar adelante a jugadores con los que pueda contar el primer equipo en temporadas más o menos futuras, se encuentra el vallisoletano. El próximo mes de diciembre cumplirá los 18 años. «Estamos ante un proyecto, que nadie lo olvide. Está aún por hacer, pero se encuentra en el camino para ello», señala Chechu Mulero, responsable de la parcela deportiva del club taronja hasta esta temporada recién acabada. Está en pleno proceso de maduración. Necesitar mejorar y potenciar aspectos del juego para convertirse en un jugador de primer nivel. Tiene los mimbres suficientes para conseguirlo. El tiempo pondrá las cosas en su sitio.

Publicidad

Sergio de Larrea se formó en la cantera del colegio San Agustín de Valladolid. Pronto se vio que tenía algo especial. Además de su físico y su forma de ver e incidir en el juego, su capacidad de liderazgo. De casta le venía al galgo, ya que los progenitores de Sergio habían sido jugadores de baloncesto. Los equipos de Valladolid y la comunidad autónoma lo sufrían en sus carnes. Lo mismo pasaba en los campeonatos en los que superaba las fronteras regionales. Todos los ojos se posaron en él. «Tiene algo especial», era la frase más oída cuando brillaba sobre la cancha. Sus dos metros y su incidencia sobre el juego le convierten en ese tipo de jugador que destaca en el baloncesto de última generación, de esos jugadores tipo Doncic por los suspiran los clubes de campanillas, sobre todo al otro lado del Atlántico.

Mulero lo define como base más que como escolta, aunque este jugador que puede actuar en ambas posiciones, como lo ha hecho en la selección. En su club, por el contrario, se mueve como director de juego. «Estamos ante un base de dos metros», asegura el exdirector deportivo taronja durante los últimos diecinueve años. «Destaca por su talento innato para generar juego. Tiene capacidad para anotar. Ha mejorado su tiro exterior. Mejor dicho, lo ha regularizado. Hay muy pocos jugadores con la capacidad de jugar al baloncesto que tiene Sergio de Larrea y luego ejecutarlo. Opta por decisiones en la pista que resultan extraordinarias».

Publicidad

«Ni un pero»

Mulero reitera en más ocasiones que estamos «ante un proyecto, pues aún se tiene que hacer y tiene mucho margen de crecimiento por delante».

Reconoce que le ha sorprendido que no ha explotado su faceta anotadora en el recién concluido Mundial sub-19. «Ha dejado patente su capacidad de dirección y liderazgo, no ha habido necesidad de sus puntos porque ha habido otros jugadores que han aportado más en esa faceta», subraya Mulero.

Sus dos metros le aportan una serie de ventajas en el juego, pero también una serie de inconvenientes. «Creo que la altura, como elemento aislado, no vale nada, pero con su técnica y su capacidad en la pista sí. Un base de dos metros tiene sus cosas buenas, desde luego, pero otras en las que hay que trabajar como ser capaz de defender a bases más bajos, que normalmente son más rápidos. Pero es algo que se trabaja y se mejora», asegura Mulero.

Publicidad

Este talento innato ha jugado en la LEB Plata. La primera campaña lo hizo en el filial del valencia Basket y el año pasado militó en el CB L'Horta Godella, club vinculado con la entidad valenciana de la Liga Endesa. También ha tomado parte en la competición de categoría júnior Next Generation, donde dejó buenas sensaciones.

Si como jugador de baloncesto solo recibe elogios, como persona no es menos. Mulero lo define como un tipo «encantador. Creo que se debe al trato que le ha dado la familia y también al trabajo que se ha hecho con él en San Agustín. Es de los que se puede decir que es tan excelente jugador como gran persona. No le puedes poner ningún pero».

Publicidad

De Larrea ya está de vacaciones, que son muy merecidas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad