El recolector vallisoletano de medallas

David Enciso Fernández Valderrama (Valladolid, 1972) sigue sumando medallas como preparador físico con las selecciones inferiores españolas. La última, nada menos que la plata conseguida por el combinado nacional sub-17 en el pasado Mundial celebrado en tierras malagueñas. Ya son tres, cuatro si se suma una conseguida en el prestigio Torneo de Manheim. Suma a esa plata mundial un oro y un bronce continentales.

Preguntado si la plata conseguida ante la inalcanzable selección de Estados Unidos sabe a oro, Enciso reconoce que a priori así es, «pero de la manera en la que se desarrolló la final quizá no. Tuvimos veinticinco minutos muy buenos , pero en cuatro o cinco minutos, con varias pérdidas y un parcial de 1-15, se te va el partido. A los americanos resulta muy complicado pararlos. A priori te diría que sí, pero de la manera que se fue el encuentro tengo más dudas. Teníamos la ambición durante el partido de poder competir de tú a tú frente a los americanos».

Comparte que esta generación sub-17 tiene un gran futuro por delante. «Es su primera gran competición juntos. Además de su nivel baloncestístico, lo importante es el nivel de madurez que han mostrado. Allí había un homenaje a los Júniors de Oro, estaban Pau Gasol, Juan Carlos Navarro o Carlos Jiménez, figuras de la generación de los 80. Jugar con todo esto resulta complicado. Repetir una generación como esa son palabras mayores, pues hablamos de la etapa dorada del baloncesto español. Es una carga que hay que saber llevar. La selección ha hecho, en su primera gran competición, un papel excelente, empezando mal y acabando bien. Tiene unos mimbres increíbles, cinco o seis jugadores que pueden tener mucha importancia en el baloncesto», subraya. 

Dentro del gran nivel de la selección, dos jugadores interiores brillan con luz propia: Izan Almansa y Aday Mara. David Enciso alaba a estas dos promesas. «Son jugadores atípicos para la categoría, caso de Aday Mara, un chaval de 17 años con 2,20 de estatura, que se mueve muy bien, coordinado y con un desarrollo físico muy grande que está por llegar. Por lo que respecta a Izan Almansa, hablamos de un jugador quizá un poco más maduro que Aday y que logró el MVP del torneo jugando en el equipo que no ganó el campeonato. Sus números y su aportación al juego fueron muy importantes», destaca.

David Enciso no era el único vallisoletano en la selección sub-17. También estaba Sergio de Larrea, base que milita en las categorías inferiores del Valencia Basket. Sobre él, el preparador físico destaca «su potencial. No le veo mucho límite. En la posición de base, con los fundamentos que tiene, sobresale. Es un chaval que está muy bien entrenado, con una progresión física por delante muy grande. Ha realizado un buen torneo. Su potencial es muy grande. Ha sido MVP en Euroliga en alguna jornada, integrante del quinteto ideal,... Tiene una proyección enorme».

«Es verdad que en España tenemos un poco de déficit físico cuando acudimos a las grandes citas», prosigue. «Pero creo que eso se va igualando. Desde el punto de vista táctico, el baloncesto español tiene nivel con grandes entrenadores y físicamente estamos llegando, porque surgen jugadores muy grandes, fuertes y coordinados. El gen competitivo que tiene nuestro baloncesto, heredado posiblemente de la selección sénior de los últimos años, también se transmite a las categorías inferiores».

A la cuestión de si progresa adecuadamente la cantera del Real Valladolid Baloncesto, el coordinador de la misma y entrenador del filial –este año ha ascendido a la Liga EBA–, hace hincapié en que «es así. Poquito a poquito, pero vamos mejorando. Esta temporada rondaremos los 18 equipos, entre ellos seis autonómicos y el filial en EBA. El otro día salió un ranking de canteras en España y estamos entre las quince mejores. Hay que ir mejorando, con pasos cortitos y sólidos. Hay muchas cosas que mejorar, pero estamos contentos, sobre todo porque somos un club relativamente joven».

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