El Zunder Palencia destroza al UEMC Real Valladolid

Una guerra en la pista que se vivía también en la grada con mayoría de aficionados palentinos. El partido arrancó con algunos minutos de retraso por un fallo técnico por la culpa de la tromba de agua que caía en esos momentos sobre la capital burgalesa y que afectaba a la megafonía. Al final, no hubo la tradicional presentación de los equipos y hubo que conformarse solo con la presentación de los quintetos titulares. Todo con un retraso de diez minutos.

Wintering comenzó caliente y anotó los primeros cuatro puntos de Palencia. Puidet, un buen defensor, intentaba frenar al base morado. Palencia mandaba 8-4 (min. 4). Eran momentos de errores en el lanzamiento de ambas escuadras. La presión de disputar la final se notaba. Pocos puntos y bastantes imprecisiones a un encuentro de plena intensidad por parte de los dos contendientes.

Zunder Palencia se fue. Con un triple de Mc Grew abrió brecha hasta un 14-6. El ataque blanquivioleta no funcionaba. Belemene, con un triple, puso fin a la sequía anotadora.

Paco García metió en la pista a Mike Torres y Gantt para intentar reflotar la nave. Kasibabu hacía daño en la pintura. Palencia estaba mucho más acertado. Valladolid seguiría sin encontrar el camino. Un triple de Manu Rodríguez disparó a los de Pedro Rivero hasta un peligroso 19-8. El partido se paró para que las asistencias secasen el suelo por una gotera en la zona en la que atacaba el Real Valladolid Baloncesto. La lluvia caída fuera también volvía a tener su protagonismo dentro. Un nuevo parón que afeaba el espectáculo de una 'Final Four'. El ataque vallisoletano era una verbena fruto del gran trabajo atrás de los palentinos. El primer cuarto había sido morado ante un Real Valladolid que se veía superado con rotundidad. El 19-8 con el que se llegó al final de los primeros diez minutos de partido. El UEMC necesitaba reaccionar ya. Sus primeros diez minutos, con solo 8 puntos anotados, hablan muy a las claras de que el Zunder dominaba el tempo de partido.

El desacierto seguía siendo el acompañante fiel de los vallisoletanos. Probó el Real Valladolid una defensa zonal y puso a sus dos bases juntos en pista. El técnico del UEMC lo probaba todo para intentar engancharse al encuentro. Mc Grew era la solución en el lado palentino. N'Guessan era el estilete ofensivo de los suyos. Ocho puntos seguidos del pívot neerlandés provocaron el tiempo muerto de Rivero. El Pucela Basket se había situado a solo cinco puntos (23-18, min.15).

Chumi Ortega apareció con un triple para despertar a los suyos. La zona se le estaba atragantando al Zunder Palencia. Kovacevic anotó desde más allá de de la línea de 6,75. Respondió de la misma manera Chumi Ortega y a la siguiente jugada triple más tiro de adicional de Mike Torres (31-29, min. 19). El Palencia era ahora el que sufría en este segundo cuarto.

Mike Torres, con otro triple, puso a los suyos a un solo punto (33-32), pero Chumi Ortega le dio la réplica con otra anotación desde más allá del 6,75. El partido vivía sus mejores momentos, con un marcador más igualado una vez que el Real Valladolid había entrado en partido. Con 36-32 se llegaba al descanso. El segundo parcial había sido claramente vallisoletano (17-24). Las espadas estaban en todo lo alto. Quedaban veinte minutos y todo estaba en juego. El UEMC había reaccionado. El Zunder lo había pasado peor, pero seguía por delante gracias sobre todo a un resolutivo Chumi Ortega. En el lado vallisoletano, la dupla N'Guessan-Torres había sido fundamental para acercarse a su rival.

El Palencia salió con una velocidad más. Dos 2+1 volvieron a disparar a los hombres de Pedro Rivero (43-34, min. 22). Los morados estaban desatados.

La defensa palentina paraba a los blanquivioletas. Manu Rodríguez amplió la diferencia más, con un 54-38. La pájara del Real Valladolid era de órdago. Palencia estaba en modo recital, una avalancha de juego que se llevaba por delante a los de Paco García. El técnico vallisoletano pidió un tiempo muerto para intentar que el barco dejase de hacer aguas. Pero el Zunder estaba 'on fire'. La diferencia alcanzó los 21 puntos (59-38). El Pucela Basket era una caricatura. Sin ideas y maniatado por un rival muy superior.

Otro triple de Schmidt colocaba un 62-40 a menos de dos minutos para el final del cuarto. El ataque del Real Valladolid era todo un despropósito. Con 67-44 finalizaba un tercer cuarto que tenía pinta de haber sido decisivo para el devenir del choque.

El último cuarto era ya un mero trámite. El vendaval morado había dictado sentencia. Los pupilos de Rivero continuaban a lo suyo. La renta alcanzó los 26 puntos. Palencia jugaba cómo quería con su adversario. Esos diez minutos finales fueron un paseo morado.

El choque fue languideciendo camino del final. El Palencia era finalista con todo merecimiento. Había pasado por encima del UEMC en un tercer cuarto para enmarcar. Un triunfo que le hace rotundo merecedor de luchar por una plaza en la Liga Endesa la temporada que viene. Palencia no bajó los brazos con el partido resuelto. Continuó a plena intensidad incrementado la renta, que llegó a superar los 30 puntos (87-55, min. 39). El festival morado era total. El 90-60 final lo dice todo. Palencia estará en gran final de este domingo. Su tarjeta de presentación en la semifinal lo dice todo.