El UEMC viaja a Menorca con diez jugadores en busca de un partido redondo

El deporte no suele maridar con las matemáticas, pero sí hay una serie de parámetros que necesitan de un orden para que el resultado sea el idóneo. Factores que, por diferentes motivos, han descarrilado en este comienzo de temporada en Pisuerga hasta desatar todo tipo de dudas en el entorno del Real Valladolid Baloncesto.

Cinco derrotas en siete jornadas dibujan un panorama sombrío que, sin embargo, esconde muchos aspectos positivos a los que agarrarse. El margen de mejora es tan amplio -aún no se han cumplido dos meses de competición- que la recuperación de jugadores 'tocados' y la de otros que no han alcanzado su mejor nivel invitan al optimismo. En este contexto, el equipo de Lolo Encinas viaja este sábado hasta Menorca en puesto de descenso con la baja de Puidet y solo diez jugadores en busca de un partido redondo que inyecte la dosis de confianza suficiente como para seguir creyendo en el proyecto.

«El equipo cree», reconoce el técnico del UEMC, que tiene muy claro el diagnóstico. «La clave con los chicos es que nuestra mejora va por ser más regulares muchos minutos. Estamos jugando a trozos de cuarto, a momentos, que jugamos bien como queremos, pero no conseguimos muchos minutos seguidos. Y eso nos está costando los partidos en el último cuarto. Es lo que estamos intentando, ser más regulares más tiempo para competir mejor. Nos hemos sentido que hemos estado tan cerca los últimos partidos, que con unos detalles podríamos sacarlos. Es lo que venimos trabajando y hablando, con los jugadores bastante y es lo que nos hemos transmitido», analiza Encinas, apuntando la fórmula a utilizar en las últimas semanas. «Hacemos diferentes cosas con los jugadores para, a través del vídeo y de charlas individuales y de grupo, ayudarles y encontrar soluciones. Esta liga ha subido mucho el nivel y ya no vale lo que mantenías otros años, hay que dar todos un paso adelante».

El técnico aboga por estirar las rachas de juego y concentración durante más minutos, y por aparcar los nervios en los tramos finales para cerrrar partidos, tal y como sucedió en Torrelavega. «El equipo, los chicos tienen la responsabilidad de verlo y asumir los errores de todos, entrenador y jugadores. Somos un equipo. La mejora está ahí. Los últimos partidos en casa hemos recibido 26 puntos en el último cuarto, son muchos, y hay que bajar eso con dureza y solidez en uno contra uno porque al final en la liga cada balón es importante. Van tan al límite los partidos que tenemos que minimizar los errores, el que menos hace es el que gana. Hemos cerrado el partido peor aquí que fuera, en Cantabria lo hicimos bien en el último cuarto, a ver si somos capaces de tener esa solidez, estar juntos y no ponernos nerviosos. Hay que mantener esa solidez atrás para en ataque tener paciencia».

Sobre el rival de este sábado, Encinas se agarra a la concentración de los suyos para superar los malos momentos. «Es uno de los equipos que más juega balón interior de la liga, hemos intentado prepararnos ahí. Arteaga y Stoilov van al poste bajo, Dike, Alderete como alero también va. Mucha generación de bloqueo directo con Figueras-Arteaga, eso va a ser clave, tienen experiencia y jugadores ACB. Un anotador como Ivanov, que, aunque nos meta, que utilice muchas posesiones. Es un equipo que mueve mucho la bola, sus sistemas son más largos que los de otros equipos, quizá juegan menos directos y hay que estar más tiempo concentrados en la defensa. Es a lo que hemos ido esta semana, mantener más tiempo la concentración y el alto nivel defensivo, sabiendo que tiene jugadores de nivel, se les ha caído Lukovic pero han incorporado a McDonell que viene de conseguir el ascenso con Coruña, conoce la liga y es muy importante. Hemos intentado pensar más en nosotros y nuestro estilo, jugar más minutos bien juntos para poder ganar allí», sostiene el técnico, que se muestra rotundo cuando se le pregunta por cambiar su filosofía de juego.

«Yo tengo una forma de jugar y de entrenar, y creo mucho en ella. Sí me gustaría trener una semana para entrenar con todos, que desde Alicante no la tengo. Tengo que cambiar cosas de entrenar porque sé cómo es el grupo, pero quiero seguir con mi estilo. Que el que anda por ahí mirándome me deje una semana con los chicos, que no pase nada, a ver si así podemos llegar bien al finde. Estaba contento en los comienzos y ahora el equipo se ha parado un poco porque no tenemos gente, siempre nos pasa algo. ¿Que luego con todos no funciona? Ahora mismo creo en ello al 100%, pero no tengo jugadores durante la semana para poder hacerlo. Me encantaría tenerlos y sé que puede sonar a excusa, pero es lo que quiero, tener al grupo. Pido que no se me lesione nadie y tener a la gente para entrenar», suspira, subrayando que 'morirá' con las botas puestas con su estilo de juego. «Puedes cambiar cosas, pero no puedo cambiar la filosofía. Me ficharon por algo, por ser Lolo Encinas. Si ahora quiero ser otro, el tonto sería yo. Me ficharon por cómo era yo y puedo cambiar cosas del grupo, de cómo entrenarles, pero no mi filosofía con vosotros y el grupo. Soy así».

Encinas asegura que su frustración viene por no poder entrenar con toda la plantilla al completo. «Te sientes responsabilizado. Veníamos con la ilusión por la forma de hacer y te falta tan poco… No competimos contra Fuenlabrada, perdimos de 4 con Obradoiro y de 4 con Oviedo. Son tres detalles que ahora estaríamos diciendo que qué buenos y qué guapos somos. Dependemos del resultado. Me frustra más no entrenar con el grupo e ir mejorando semana a semana que todo lo demás. A ver si conseguimos estar sanos 11 tíos por lo menos. El otro día había muchos jugadores fuera con los fisios, si alguno de esos estuviera ahora… a ver si consigo recuperar gente. La semana del parón nos viene ahora de lujo para ver si nos da un empujón, ganamos una semana más y la siguiente estamos más gente. Frustrado estás un rato, pero sigo fiel a mis ideas y creo en el trabajo mío y del club. Estoy contento con cómo me siento aquí con todo y esto tiene que salir, pero me gustaría tener a todos jugadores para entrenar con ellos», comenta, insistiendo en que el grupo solo necesita recuperar efectivos para remar todos juntos.

«En deporte cuando vas perdiendo te entran más duras. Pero al equipo no lo veo mal. Sabemos en la jornada que estamos, tenemos gente con experiencia, no tengo un grupo de chavalitos, gente que lleva muchos partidos en ligas. Lo importante es que los jugadores creen y saben en la situación en la que estamos. 'Joder, Lolo, en cuanto estemos todos…' Lo saben. Eso me da que vamos a sacarlo. Ahora vamos a Menorca y da igual los que estemos mañana. 8, 9, 10… más de 10 seguro que no, menos puede ser. Están tan convencidos de sacarlo y luego la semana de parón nos va a venir bien. ¿La mochila? Intentar quitarles de la cabeza y creer en lo que hacemos, el equipo cree, nos falta ese paso de regularidad de estar más minutos bien».

El UEMC viaja con la baja segura de Puidet, que no se ha recuperado aún. «Los 10 del otro día, luego ay un par de jugadores que no han hecho la semana completa y hemos tirado del filial. Hay jugadores del sábado que a ver si llegan mañana, con algún golpe, molestia y arrastrando. Algún día no hemos tenido ni los 10 del primero equipo, espero ya mañana tenerlos. No viaja ninguno del filial, vamos con estos 10, a ver hoy qué pasa. Aquí últimamente los viernes son viernes negros, a ver si no pasa nada y vamos con los 10. Es la idea», señala.

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