El UEMC regresa a Pisuerga cuarenta días después

Roberto González, en la rueda de prensa previa al encuentro, se mostró feliz por poder regresar a Pisuerga cuarenta días después del último partido de los suyos en la instalación. «Recibimos a un rival joven, pero con mucha calidad. Son jugadores vinculados con el Joventut de Badalona. Están compitiendo muy bien. En el último partido que jugaron fuera ganaron fácil en Almansa y en casa contra Cáceres, Granada y Gipuzkoa lo hicieron bien, a un muy buen nivel. Nosotros necesitaremos tener la concentración, la dureza y el baloncesto suficiente para dar otro alegría a la afición», señaló.

El técnico reconoció que el juego del equipo no se muestra «estable» en esta rentrée en la competición. «Era algo que conocíamos que podía suceder. No sabíamos cómo íbamos a estar, pero es cierto que hemos tenido un carrusel de juego, de estar arriba a flojear. Vamos a ver la respuesta que damos ante Prat», subrayó.

Sobre la rutina de estas semanas, en las que el equipo va a tener dos encuentros por semana, Roberto González comentó que el equipo «no está acostumbrado. Los equipos que juegan competiciones europeas, que están preparados para ello, cuentan con 14 o 15 jugadores en sus filas. También es cierto que a los jugadores les gusta jugar mucho más que entrenar y que la exigencia en un encuentro siempre es la máxima, con lo que el cansancio se acumula al jugar cada tres días y los errores también».

Explicó que Pippen no ha entrenado en toda la semana por golpe en el hombro que recibió en el transcurso del encuentro en Cáceres y Kuiper sufrió en el mismo partido un pequeño esguince de tobillo, aunque el neerlandés sí ha podido entrenar con algunas molestias. «Confío en que podamos contar con todos para este partido», concluyó.