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El UEMC regala una vida extra a Grupo Alega y abre una puerta al descensoNo hay perdón posible para el UEMC, que con todo en su mano para certificar la permanencia a cinco jornadas del final, volvió a darse ... un tiro en los dos pies. Como sucediera ante Morón, tampoco ante Cantabria supo demostrar una mejor plantilla, regalando una vida extra a un rival que estaba contra las cuerdas antes de llegar Valladolid, que incluso se vio descendido a seis minutos del final y que sin embargo acabó resucitando y llevándose los dos partidos en juego. El equipo de Lolo Encinas, con el favor de su homólogo Iñaki Martín, salió de Pisuerga con una vida extra y de paso le traspasó la pesadilla al UEMC, empeñado en seguir abriendo puertas al descenso.
UEMC
Mike Torres (18), Dani Manchón (4), Demers (12), Wilson (7) y Vucetic (7) -quinteto inicial)-, García-Abril (4), Cele (13), Sans (0), Kovacevic (5), Mballa (11) y Sergio de la Fuente (0).
81
-
88
Cantabria
Johnson (11), Littleson (17), Belemene (4), Bulic (14), y Bediako (4) -quinteto inicial-, Kieli (2), Bercy (13), Voytso (6), Atencia (9), Germán Martínez (2), Javi Vega (6)
Árbitros: Juan Ramón Hurtado, Cristina Adán y Aitor Gómez.
Parciales: 20-17, 35-40 (descanso); 53-58 y 81-88.
Incidencias: Jornada 29ª de la Primera FEB. Polideportivo Pisuerga. Una gotera en una de las esquinas de la pista obligó a detener el partido e incluso a reunir a los dos técnicos por parte del árbitro principal para decidir si continuar.
Había mucho en juego, y eso se hizo notar desde el salto inicial. Con dos equipos al borde de un ataque de nervios, el partido se jugó a impulsos, y el que primero templó los nervios fue el Grupo Alega que, liderado por su anotador de referencia y aupado por la caraja que acostumbra el UEMC en su puesta en escena, hizo saltar la primera alarma en Pisuerga (3-10, con 7 puntos de Littleson). Hasta ahí llegó su primer bocado (se adivinaban más, por entonces).
El aviso le llegó rápido al equipo de Iñaki Martín que, en apenas un chispazo, le dio la vuelta de la mano de Mike Torres con un parcial de 10-0 (20-15, minuto 9, con tiempo muerto visitante). Pero fue eso, solo un chispazo, porque a la vuelta del descanso entre cuartos iba a volver el apagón local, más inconsistente que de costumbre en ataque. Consciente de la batería de recursos exteriores con las que cuenta el UEMC, Lolo Encinas optó por enjaular a los tiradores locales para reducir espacios y privarles de buenas posiciones. Y sin 'x' en el campo para Demers ni Kovacevic, las opciones se limitaban a la inspiración de Mike Torres y al aval en que se han convertido los últimos partidos de Wilson. Tachado de 'rookie' en sus primeras semanas en la competición, el americano lleva tiempo sumando números en cada rincón del campo, en cada posesión y cada balón que pasa por sus manos.
Aún así, fue Atencia quien, con 9 puntos consecutivos (2 triples y un 2+1) lanzó un segundo bocado para mandar al UEMC al rincon de pensar (23-31, minuto 13). Tocaba remar de nuevo, hasta entonces siempre con una rotación de ventaja para los visitantes. Con más ventaja dentro de la zona, el equipo de Iñaki Martín se empeñó en jugar con cuatro abiertos, cayendo una y otra vez en la jaula diseñada por su rival. Y atrapado sin soluciones en ataque, y condicionado como lleva todo el curso por su fragilidad defensiva, el partido quedó reducido para el UEMC a esperar el fallo... ¡y a soñar con la heroica!
El tercer bocado, a la vuelta de vestuarios, puso al equipo de Iñaki Martín contra las cuerdas (39-49, minuto 25), sin ningún control ni del partido ni de sus propias posesiones. Con el viento de espaldas, el UEMC decidió meter el partido en la centrifugadora y ver lo que salía de allí. Atrás elevó el nivel físico, esperando a que Cantabria pagara su desgaste y se diera un tiro en el pie. Y adelante, sus ataques entraron en una rifa constante de la que no salió tan mal parado (53-58, minuto 30).
Para entonces aún quedaba un cuarto de rifa,... ¡y el bocado definitivo! Antes, el UEMC le iba a dar la vuelta al partido y a su propia incapacidad con Cele exuberante al 'uno' y Demers enchufado (un 3+1 cerró un parcial de 14-5 y la máxima local, 67-63 a 6:14 del final). Cantabria estaba ahí muerto y a merced del nivel físico impuesto por su rival... cuando, repentinamente y de la nada, se encontró con el favor del banquillo local. Iñaki Martín sacó del campo a Cele, culpable de la reacción local, y metió en partido a los cántabros (70-77, minuto 37).
Esta vez el bocado se lo dio Iñaki Martín a los suyos con una dirección delirante desde el banquillo. Y Cantabria no lo desaprovechó. Desaparecido muchos minutos, la vuelta de Littleson puso la puntilla al UEMC, también el partido, y dejó el segundo triunfo pendiente del average (77-86, a 46 segundos). Tampoco eso lo supo jugar ni llevar a su terreno Iñaki Martín, que dio dos pasos atrás en la carrera por la permanencia cuando tenía en la mano dar el paso definitivo.
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