El UEMC Real Valladolid se medirá en el 'play off' al San Pablo Burgos

El UEMC Real Valladolid Baloncesto terminó ayer su particular Vía Crucis de final de Liga en Fuenlabrada. El equipo de Paco García sumó su séptima derrota consecutiva, una vez más de forma dolorosa, y espera un cambio de 'chip' para el inicio del 'play off', un objetivo que se labró hace más de mes y medio y que le ha permitido aguantar toda clase de desdichas en el final de la fase regular. Eso no exime que por momentos el equipo blanquivioleta desconecte en los partidos y sume derrotas abultadas que no inviten al optimismo para el inicio de las eliminatorias, y más, ante un rival como lo será el San Pablo Burgos el próximo viernes, en la capital burgalesa y sin factor cancha.

De vuelta a Fuenlabrada, el equipo vallisoletano aguantó poco más de veinte minutos ante un Fuenlabrada que pasó por encima de los pucelanos en la segunda parte. Schmidt y Nwogbo trataron de sujetar a la escuadra de Paco García, pero el partido más coral de su rival (19 asistencias a 9), junto al mayor acierto en tiros de dos puntos del conjunto azulón, resultó definitivo.

El pívot nigeriano Abu otorgó las primeras ventajas del partido al cuadro fuenlabreño tras anotar cuatro tantos consecutivos. Nwogbo recortó diferencias con un enceste de media distancia, pero un lanzamiento desde la línea de 6,75 de McGrew estiró la renta del equipo anfitrión. Cinco puntos seguidos del máximo anotador del equipo de Paco García, Schmidt, acercaron al conjunto vallisoletano en el tanteador (9-7).

Ambos elencos aumentaron el nivel defensivo en los primeros instantes del segundo periodo, pero el Fuenlabrada empezó más entonado en la parcela ofensiva tras completar un parcial de 5-0 liderado por Aranitovic y McGrew. A pesar de anotar una bandeja a placer Zigmantavicius –la mejor noticia de la noche, su reaparición–, la formación fuenlabreña amplió su ventaja gracias a los lanzamientos libres de Sy y a cuatro tantos en la pintura de Van Zegeren (33-26). El Real Valladolid entró en una fase de imprecisiones en ataque que permitieron a su rival obtener cierto colchón en el tanteador. Cuatro puntos de Kovacevic contestaron a los tiros libres de Bilbao y propiciaron que el conjunto blanquivioleta llegase al descanso, tras un segundo acto errático de cara al aro, con serias opciones de triunfo en territorio madrileño (35-30).

Los pupilos de Paco García continuaron con su desacierto en los primeros compases del tercer cuarto, algo que aprovechó el Fuenlabrada para, desde la línea de personales, incrementar su renta. Durán, segundo en porcentaje de acierto en el tiro de tres puntos de toda la LEB Oro con un 46,3%, anotó desde la línea de 6,75, y McGrew, con dos tantos, dieron oxígeno al equipo madrileño (49-44). La fluidez en el movimiento de balón del conjunto azulón posibilitó que el cuadro fuenlabreño abriese una pequeña brecha en el resultado (55-46).

Un parcial de 10-0 encabezado por Bellas, Durán y Aranitovic en el inicio del último cuarto encarriló el choque para el la escuadra de Ten. El UEMC tardó más de cuatro minutos en conseguir su primera canasta del cuarto acto, obra de Schmidt desde la larga distancia (65-49). Y ahí se acabó todo. Tampoco pudo maquillar el tanteador el equipo vallisoletano que lo mejor que puede hacer ese resetear cuanto antes y pensar que hay un nuevo comienzo.

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