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Pantzar deja una bandeja desequilibrado ante la presencia de Dos Anjos y la mirada de Urtasun. A. Mingueza
Baloncesto / Liga LEB Oro

El UEMC se queda a un solo cuarto de escalar otro 'ochomil'

Obliga al Estudiantes a ponerse el mono de trabajo y paga muy caro su bloqueo tras el descanso (7 minutos sin anotar) pese a imponerse en tres de los cuatro cuartos

Miércoles, 30 de marzo 2022, 00:01

Lo hizo hace dos jornadas con la visita de Lleida, tercer clasificado, y en esta ocasión se quedó a un solo cuarto de escalar otro ... de los 'ochomiles' que presenta la competición. Tal vez el más complicado, da igual la cara por la que lo ataques que en todas ellas necesitarás un plus para hacer cumbre.

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Si el UEMC no lo hizo fue porque se dejó un solo cuarto por atender, un tramo en el que acusó la falta de oxígeno y no supo encontrar el equipo idóneo para igualar fuerzas en plena escalada.

El equipo vallisoletano, que ha ganado ocho de los doce cuartos que ha jugado desde el aterrizaje forzoso de Paco García -ante Estudiantes ganó tres-, cuajó sin embargo un partido semiredondo al que solo le faltó clavar la bandera en lo más alto cuando había conseguido lo más difícil: primero tener al colíder contra las cuerdas (43-29, minuto 18) y en última instancia llevarlo al extremo a tiro de piedra (60-62, minuto 38).

Lo hizo todo el Real Valladolid Baloncesto salvo ganar. Dominó a un rival que tuvo contra las cuerdas pero pasó por alto rematar a un Estudiantes, que casi desde la lona se obligó a bajar a la arena para tomar las riendas tras el descanso. Y todo en un partido que respondió a las expectativas en el que los únicos que no estuvieron a la altura fueron los tres árbitros.

UEMC Real Valladolid

Wintering (14), Geks (9), Gilbert (7), Sergio de la Fuente (3) y Kavion Pippen (8) -quinteto inicial-, Puidet (4), Kuiper (-), Pantzar (7), Berg (6) y Raffington (4).

62

-

66

Estudiantes

Faggiano (5), Dee (4), Sola (3), Nacho Martín (9) y Larsen (16) -quinteto inicial-, Urtasun (13), Arroyo (4), Durisic (8), Beirán (2), y Dos Anjos (2).

  • Parciales: 20-12, 45-34 (descanso); 50-55, y 62-66 (final).

  • Árbitros: Ángel de Lucas, Juan Ramón Hurtado e Imanol Diz. Horroroso arbitraje una vez más, con el principal a la cabeza, impropio de la categoría. Sin eliminados.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 27ª, disputada en el polideportivo Pisuerga con Pacheta, técnico del Real Valladolid, a pie de pista.

Ganar a la mejor plantilla de la categoría, al equipo con más recursos y fondo de armario más profundo de la competición (5 jugadores con experiencia ACB), al mayor presupuesto y al único proyecto diseñado para ascender sí o sí requiere de un escenario especialmente diseñado para la ocasión. Ni puedes plantear un partido abierto con intercambio de golpes ni un cara a cara que premie al más acertado. En ambos acabas en la lona. El partido reclamaba jugarlo desde la trinchera. Exigía intensidad atrás, una buena dosis de disciplina y concentración, pero pedía también mucha pizarra. Y ahí Paco García demostró una vez más que tiene pocos rivales en los banquillos de esta categoría.

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Había que trampear cada centímetro del campo, cada segundo, cada posesión, y ahí la preparación de partido no solo surtió el efecto esperado sino que se puede apuntar un puñado de puntos.

El primer cepo no se hizo esperar. Posesiones apuradas al límite en campo de ataque antes de poner a prueba la consistencia en la defensa 1x1 de Estudiantes. El resultado, el esperado, con Wintering manejando en todo momento el 'timing' y ritmo de partido. El tercer contrataaque finalizado por Puidet fue toda una declaración de intenciones (18-10, minuto 9) para un UEMC que lo bordó en la primera parte -se apuntó el triunfo parcial en los dos primeros cuartos-.

Supo explotar y castigar cada vez la fragilidad en la defensa 1x1 del Estudiantes. Un equipo que te gana por calidad en ataque, en ocasiones te puede someter si está especialmente acertado, pero que rara es la vez que lo hace desde la defensa. Y sin embargo ayer fue una de esas excepciones, obligado a remangarse para voltear un marcador que se le puso muy en contra en los dos primeros actos.

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El equipo de Paco García supo explorar en la pereza del rival en su defensa 1x1, unas veces con balón para Pantzar, alguna para Gilbert, la mayoría para Wintering, y en cada acción hacia dentro con Geks preparado para desenfundar en una esquina. El tercer triple del letón (3/3), letal desde el cambio de inquilino en el banquillo, disparó la renta hasta una máxima de 14 puntos antes de alcanzar el descanso (43-29, minuto 18).

Pocos sospechaban entonces en el pabellón que iba a ser el canto del cisne para los locales. El paso por vestuarios cambió el guion y el partido ya solo se jugó desde la defensa. En la semana en la que el Estudiantes se juega algo más que media temporada -la Copa Princesa el domingo y el liderato días después, también con Granada-, Jota Cuspinera llamó a los suyos a un cambio de actitud. Y éste no se hizo esperar.

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Con Sola y Urtasun en pista, sus mejores defensores, los colegiales enjugaron su desventaja en un santiamén con un parcial de 2-13 (47-47, minuto 27) que provocó un apagón sin precedentes en la era Paco García (7 minutos sin anotar).

Atascados sin la presencia de Wintering en cancha, el UEMC tardó en reaccionar y cuando lo hizo pagaría su falta de gasolina delante de un rival que explotó, una vez más, la apabullante superioridad de Kevin Larsen bajo tableros -sin duda, y un año más, el mejor jugador de la categoría-.

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Aún así dispondrían de una oportunidad los locales a dos minutos del final (60-62), pero para entonces la ausencia de oxígeno era ya tan evidente que ni siquiera la técnica a Sergio de la Fuente puede servir como explicación.

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